La Grande Maison de Jaeger-LeCoultre cuenta con un reloj despertador irónico que este año cumple nada más y nada menos que 60 años. Para celebrarlo, la boutique de la firma que se encuentra en Masaryk ya puede presumir con la versión Master Memovox Boutique Edition.

Un guardatiempos del que sólo se han hecho 500 piezas y que está inspirado en el diseño del modelo de la década de 1970, pero con cierta interpretación más contemporánea. La hermosa pieza posee la particularidad de tener un sonido muy claro a la hora de activarse su alarma, lo que la convierte en una opción ideal para un gentleman, suscitando deseo y emoción.

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Con su índice en forma de triángulo, que indica la hora de la sonería sobre un disco móvil, y su doble corona, el Memovox entró en la historia de la relojería desde el momento mismo de su creación. Su legendario Calibre Jaeger-LeCoultre 815 fue el primer movimiento automático dotado de una función despertador firmado por la Grande Maison. Se creó en 1956 y desde entonces ha inspirado a muchos otros.

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El Calibre Jaeger-LeCoultre 956, que equipa al Master Memovox Boutique Edition, es el descendiente directo del calibre original. El mecanismo de despertador se carga por la corona superior cuando esta se encuentra en la posición neutra. Cuando dicha corona se encuentra en la posición 2, el mecanismo permite ajustar dos funciones: en el sentido contrario al de las agujas del reloj se ajusta la función despertador y se desplaza el disco móvil dotado del pequeño triángulo de indicación característico del Memovox; mientras, en sentido horario se cambia la fecha, la cual desfila tras una ventanilla situada a la altura de las 3 horas. La corona inferior permite dar cuerda al mecanismo y poner en hora el reloj.

Durante la celebración pudimos contar con la presencia de Pierre Millereau, Regional Brand Director, Rafael Arroyo, Country Director y Margarita Islas, Boutique Manager de Jaeger-LeCoultre. La develación de esta pieza no solo hizo partícipe a los asistentes de su elegancia, frescura e ingeniería, sino también los hizo entender la importancia de este icónico reloj por ser la primera pieza automática con despertador que fue desarrollado por la firma.

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Este modelo presenta una esfera de color azul muy cálido y suave, casi gris, que no ha perdido ni una pizca de seducción. Cabe resaltar que, el azul es un color emblemático del Memovox, que en todas las épocas alcanzó un éxito rotundo con este mismo matiz.

Las agujas bastón recubiertas de material luminiscente evolucionan en torno a una minutería ferrocarril blanca. Esta última diseña la extremidad del disco interior de color azul con acabados soleados que alberga el pequeño triángulo emblemático de la función despertador, que por supuesto también brilla en la oscuridad. Sobre una superficie azul opalina, los índices de tres facetas también están cubiertos de material luminiscente y están rodeados por una minutería ferrocarril azul gris, como en el reloj de 1971. Un último detalle: el logotipo Jaeger-LeCoultre corona la esfera, reemplazando el índice 12. Un hermoso homenaje a un reloj cuyos rasgos no han envejecido.

La caja de acero, con sus acabados cepillados, se beneficia de un diseño contemporáneo y ofrece una gran elegancia a la muñeca. En el dorso, las miradas descubren el fondo íntegramente grabado, que luce la inscripción de la edición limitada de 500 ejemplares. En el centro, el símbolo del ‘1000 Hours Control’ asegura que el reloj ha superado con éxito las mil horas de rigurosos controles de marcha y de fiabilidad.

Para el brazalete, los diseñadores de la Manufactura eligieron un algodón trenzado denominado Trieste, de color azul profundo, con un pespunte azul claro. Su interior de piel de becerro le asegura flexibilidad y un gran confort de uso.

jaeger-lecoultre.com