San Miguel de Allende es uno de los destinos más populares de México, pero siendo honestos para muchos de nosotros no es realmente algo nuevo, siempre es un buen plan de fin de semana pero no necesariamente es una sorpresa, bueno eso era lo que pensábamos hasta que tuvimos la fortuna de vivirlo con la guía y planeación de NUBA.
La agencia de viajes personalizados con 30 años de experiencia tiene la fiel creencia de que el mundo está lleno de lugares capaces de emocionarnos, el secreto está en elegir correctamente cada una de las actividades y ellos vaya que son expertos en ello.
Con una red de colaboradores y expertos que ponen sus servicios y conocimiento a los deseos de sus viajeros, el equipo de NUBA te ayuda a organizar el viaje a tu medida lleno de lujo, y aquí haré una pausa ya que el lujo es una palabra realmente subjetiva, aunque no puede concebirse sin exclusividad y altos costos, la realidad es que cambia de cada persona, mientras para unos podría ser la mejor habitación de hotel para dormir, para otros podría ser una comida deliciosa o un auto de alta gama (aunque en los viajes aplican todas las anteriores).
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NUBA ha entendido a la perfección esa tarea del lujo personalizado y la aplica en cada una de sus viajes, ofreciendo vivencias a medida en las que la creatividad, lo único y lo exclusivo son inherentes en el camino de construir paso a paso el viaje de tus sueños.
Contando con una amplia oferta que va de viajes por los cinco continentes de aventura, cultura, arte, gastronomía, playa, safari, wellness y mucho más, clasificados según la temporada, si son en pareja, familia o negocios y más detalles que puedes descubrir con tan solo entrar a nuba.com
San Miguel de Allende con NUBA
La magia de los viajes personalizados comienza desde el minuto uno, en este caso NUBA nos ayudó a sobrellevar e incluso disfrutar el camino de la Ciudad de México a San Miguel de Allende, que no suele ser lo más divertido, a bordo de un Mercedes-AMG EQS, el exclusivo modelo totalmente eléctrico vaya que hace eco de su costo de poco más de 4 millones de pesos.
Su exterior cuenta con detalles robamiradas como la parrilla característica AMG y una parte trasera con perfil aerodinámico, además de rines de aleación AMG, mientras el interior deportivo y avanzado, perfecto para hacer los viajes largos mucho más cortos, cuenta con cómodos asientos de piel, con calefacción y masaje, y la impresionante MBUX Hyperscreen con diseño futurista donde puedes controlar desde las funciones básicas como reproducción de música o gps, hasta los diferentes modos de conducción y los 64 colores de iluminación de ambiente.
NUBA en verdad nunca bajo el nivel del viaje, llevándonos al verdadero corazón de San Miguel de Allende en Casa Sierra Nevada, a Belmond Hotel, con una hospitalidad y servicio de primera, quedarse en alguna de sus casonas con encanto colonial es toda una experiencia por si sola. Es como un viaje en el tiempo hacia el lujo colonial pero con las comodidades del mundo actual a solo unos pasos de la gran Parroquia de San Miguel Arcángel y los puntos más icónicos de la ciudad.
Por supuesto que uno de los highlights del hotel es Tunki Rooftop by Handshake, donde además de disfrutar deliciosos cócteles del actual el actual mejor bar Norteamérica poseedor del puesto número 1 de The 50 Best Bars, como el Tunki Spritz, es el escenario perfecto para disfrutar de las mejores puestas de sol de San Miguel de Allende y para adentrarse en el arte con el nuevo programa de Tunki Talks.
Durante nuestra visita tuvimos la fortuna de ser parte de la primer Tunki Talk protagonizada por Gladys Tamez, fundadora de Gladys Tamez Millinery, empresaria y maestra en el arte de los sombreros, nos compartió de cerca la historia de su carrera y el camino que siguió para ser la autora detrás de los sombreros de grandes celebridades como Beyoncé, Lady Gaga, Johny Deep, Maluma e incluso el 22 hat del tour de Taylor Swift. Sin duda un orgullo nacional, clara representante de la artesanía que vale la pena conocer.
La oferta gastronómica de Casa Sierra Nevada, a Belmond Hotel merece una mención especial desde sus restaurantes insignia Andanza con sus chilaquiles y taquitos de arrachera o El Parque con sus tacos de barbacoa, hasta sus cenas privadas con un menú especial en el jardín frente a la piscina.
Y como en NUBA todo se centra en las experiencias únicas, nuestro viaje estuvo acompañado de delicias gastronómicas que incluyeron un tasting privado en Casa Dragones y su hermosa barra de obsidiana, con cristalería con grabado de pepita, reservado para la nobleza, donde pudimos aprender de cada una de las expresiones así como la mejor manera de tomarlas y maridarlas.
Las vivencias deliciosas continuaron con una cena privada en Mia de pies a cabeza, espacio afrancesado al que logramos llegar después de caminar unos minutos por las mágicas calles empedradas de San Miguel de Allende y aunque la lluvia amenazaba con seguirnos los pasos logramos llegar al restaurante para disfrutar del takeover especial del chef Eduardo Zorrilla.
La cena fue toda una sorpresa y explosión de sabores, aunque debo decir que el chef Zorrilla nos lo advirtió al mencionar la gran frase que quedó en mi cabeza “mi cocina es un poco cuidadosamente descuidada” y es que desde la entrada que consistió en una tosta de setas crudas, queso azul y demi glas, seguido de fresas con crema, sí fresas con crema en el lugar donde generalmente va la ensalada y no como postre, pero vaya que delicia, sin duda mis favoritas de la cena por la mezcla de sabores y frescura que resulta de la combinación de fresas, helado de queso ranchero, balsámico añejo, hojas frescas y aceite de oliva.
Para este punto ya teníamos claro que al chef le sobra creatividad a la hora de crear platos, y tiene el don de acertar, pues el Ajoblanco de Alpiste hecho a base de uvas, pesca del día (lubina), endivia y mango fue todo un nuevo descubrimiento y el preámbulo perfecto al Filete & Pirul servido con puré de camote, salsa au poivre de pirul y kale frito. Y para cerrar un mouse de parmesano, oporto, crumble de mantequilla e higos. Una cena que nos dejó un gran sabor y una razón para estar al pendiente de los siguientes pasos del chef mexicano.
Al siguiente día como nunca es suficiente vino y menos en una región vinícola como San Miguel de Allende, nos dirigimos al viñedo Cuna de Tierra, una pequeña bodega con un diseño arquitectónico bastante interesante, centrado en la geometría y la naturaleza de la tierra, así como una buena colección de vinos, en su mayoría jóvenes pero todos con reserva en barrica de roble, perfectos para adentrarse y probar el vino de esta zona del país, rodeado de un paisaje hermoso de vides y olivos que puedes recorrer incluso en bicicleta.
La experiencia en Cuna de Tierra se completa con una cata y comida maridaje personalizada para cada grupo, esto te permite entender aún mejor las notas de cada una de sus varietales desde el blanco, pasando por el cabernet sauvignon y el malbec.
Nuestro viaje llegó a su fin pero la despedida fue menos triste gracias a la hospitalidad de Casa Sierra Nevada a Belmond Hotel y a los bellos Mercedes-AMG que nos esperaban para regresarnos a nuestra caótica ciudad.