Deliciosas razones para visitar Anónimo y consentir tu paladar

Que su bella e inmensa barra no te engañe, Anónimo es uno de esos spots en los que puedes disfrutar unos buenos drinks pero los verdaderos protagonistas son los platos. Único en su tipo, el concepto creado por el chef Klaus Mayr fusiona una gastronomía italiana con toques internacionales.

Este proyecto surgió en pandemia, lo cual significó un reto especial, platicando directamente con el chef Mayr la idea justo nació de esa necesidad de reactivación pero a la vez de una época de incertidumbre sobre el futuro pero eso no lo detuvo. En un inicio se enfocó en una cocina italiana clásica con platos como bolognesa, pizza de pepperoni, ensaladas, pero con el paso de los años y su naturaleza creativa e innovadora esto se ha ido transformando un poco.

La evolución de Anónimo se ha dado naturalmente por la esencia de todos los elementos que lo conforman, cada plato trae mucha técnica detrás y creatividad, Klaus asegura que ese es uno de los mayores atractivos del restaurante, llegas con una idea y siempre te sorprende. Incluso cuando el concepto se puede definir como italo-americano, este segundo origen no se limita a un país o continente sino a la naturaleza multicultural que hoy en día es la CDMX.

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Y sí aunque la base es la cocina italiana con pastas y pizzas, los componentes de esta son totalmente internacionales, por lo que cada plato retrata esa atmósfera globalizada y sin barreras que estamos viviendo hoy en día, especialmente después de la pandemia. Y todo esto termina ligandoce con el significado del nombre “yo elegí el nombre de Anónimo porque muchas veces el mundo de la gastronomía se suele enfocar en el gran chef y ya, olvidando que en realidad la cocina la hace todo un equipo de diferentes orígenes, características e ideas pero con un mismo espíritu creativo que la hacen realidad”.

En cuanto al diseño del restaurante, este oasis como lo describe su creador es justamente el spot perfecto para los amantes de la buena cocina sin complicaciones, el ambiente es relajante y envolvente con detalles en madera y piedras.

La barra gigante que abarca casi todo el interior, sin duda capta las primeras miradas, pero sus mesas en el exterior resultan bastante cómodas para una tarde-noche de buena conversación, drinks y comida. Y para los que deseen estar en primera fila, la cocina abierta de Anónimo cuenta con una barra en la que puedes sentarte y disfrutar tu comida directamente de la sartén a tu plato.

Los imperdibles de Anónimo

El twist internacional a los platos típicos de la cocina italiana son el secreto detrás de las delicias que salen de la cocina de Anónimo, por ejemplo las salsas, los salteados y sobre todo las técnicas impecables que le dan ese estilo funky a la vez.

Dentro del menú podemos encontrar platos imperdibles como el Papardelle de limón, preparado en emulsión de mantequilla, limón, menta, zucchini y queso Parmesano; carnes añejadas o una Pizza White preparada con crema fresca, tocino, cebolla caramelizada, tomillo, mozzarella y miel de abeja.

Algunos de los must que debes pedir sin duda son las aceitunas fritas con pecurino y miel con queso parmesano, la ensalada César (una de las mejores que he probado debo confesarles) con un toque cítrico y cremoso en su aderezo que simplemente hace que sea imposible no dejar el plato limpio.

Otro de mis favoritos ha sido el ceviche con una leche de tigre clásica pero salteada con un poco de yuzu y una pasta de chile manzano amarillo en el wok, el pescado tiene un sabor ahumado que se asemeja a una especie de tataki y además se complementa con una sarsa criolla típica en perú que es una mezcla de habanero, cilantro, limón y cebolla.

Las pastas son simplemente una delicia que igual cuentan con ese toque internacional del chef y todo su equipo de cocina como un relleno de pato o salsa de yuca. Lo mejor de Anónimo es que cada vez que vayas seguro te sorprenderá con algo nuevo pues el menú está recibiendo constantemente platos nuevos o especiales de temporada e incluso antojos del día de los chefs.

Hablando de antojos no se pueden ir sin probar sus deliciosos postres, sobre todo el cheesecake con cobertura de caramelo, moras congeladas y helado de palomitas. Una dulce explosión de sabor que necesitas.

En cuanto a las bebidas, con tremenda barra es de esperarse que el restaurante cuente con una carta completa de coctelería clásica y coctelería de la casa, una propuesta con sabores propios que le dan identidad al restaurante y la misma barra de manera independiente. Razón por la que también es un plan perfecto de fin de semana para el pre copeo. Algunas recomendaciones son el Sunshake, Tío Klaus, Petirrojo y algunos clásicos como Negroni y Martini.

Anónimo se encuentra sobre la calle Atlixco 105 en la colonia Condesa de la CDMX si quieres estar al pendiente de sus menús, platos de temporada (como la pizza de Nogada) y más sorpresas te sugerimos seguirlos como @anononimo.rest