La galería de antigüedades y rarezas de Daniel Liebsohn lleva abierta desde 1988, la abrió con sólo 17 años y después de vender una serie de relojes de bolsillo de plata que inició a coleccionar cuando apenas tenía 11 años.
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Situada en Plaza del Ángel, uno de los lugares más emblemáticos para el mundo de las antigüedades en toda Latinoamérica, Liebsohn llegó a tener varios locales por toda la plaza, pero hoy sólo queda un espectacular espacio en el que se exhiben antigüedades y excentricidades de todo tipo.
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“Hay que entender qué te dice el objeto, qué te está transmitiendo. Los objetos siempre te transmiten una historia“, explica el joven anticuario cuando se le pregunta por algún consejo a la hora de adentrarse en un mundo que por momentos parece tan hermético.
De hecho, para abrirlo a todo público surgió ZONAMACO Salón del Anticuario y hoy ya va por su tercera edición. “El salón es una oportunidad de como gremio juntarnos y hacer una propuesta común. Muchas veces es un mundo hermético de no fácil acceso o que hay cierto miedo a lo caro, a lo fácil y aquí nos juntamos como grupo, hacemos una selección abierta estamos nosotros personalmtne y es una forma de introducirse”, señala el anticuario.
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Liebsohn es conocido también por la cantidad de rarezas que también se encuentran en su galería. Para él, cada pieza corresponde a una época y poseen ciertas características que se daban en determinados momentos, pero mismo en esos momentos se presentaban casos atípicos que no entraban en lo común. “Nos hemos especializado en ese factor sorpresa”, puntualiza.
ZONAMACO Salón del Anticuario se llevará a cabo del 20 al 24 de septiembre en la Ciudad de México.