Más allá de si es legalmente posible, ¿resulta ético lucrar con el coronavirus como marca de algunos productos? Expertos nos responden esta pregunta exponiendo los casos registrados en México.
Aunque actualmente exista una carrera en la que diversas naciones buscan aceleradamente la vacuna contra el COVID-19, también hay personas que pretenden ver este momento con otros ojos para sacarle provecho a lo que está pasando.
Y es que seguro que el término coronavirus se quedará en el imaginario colectivo, pero ¿se debe aprovechar el eco que genera en todo el mundo para posicionarlo como la una marca de un producto?
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El coronavirus como marca en México
En México, ya se dieron un par de casos de registro del coronavirus como marca.
El primero de ellos, el pasado 9 de marzo, cuando Isaac Palafox Hernández logró poner el nombre de coronavirus a una cerveza.
Y no solo este mexicano tuvo la idea de hacerlo, pues en España varias personas trataron de registrar el término para proteger bebidas alcohólicas, sin embargo, no tuvieron éxito.
Incluso se han presentado intentos más allá de la industria de bebidas espirituosas.
Por ejemplo, (otro caso mexicano) el 12 de marzo pasado, se registró la marca “COVID-GEL” para proteger gel antibacterial, gel desinfectante, gel sanitizante, etc.
Así lo dio a conocer José Miguel Mena, director de Asuntos jurídicos de ClarkeModet, empresa global especializada en servicios de propiedad industrial e innovación.
Complicaciones, mito o realidad
El experto adelantó que este tipo de registros del coronavirus como marca estarían protegidos sin algún tipo de problema.
Y es que al tratarse de un virus, su descubridor no podría reclamar el nombre, debido a que es genérico y, en segundo lugar, porque es contrario al orden público.
Lo que se podría hacer sería patentar su vacuna o los medicamentos que se distribuirían.
“El nombre de un virus -cualquiera que sea- no podría ser protegido como marca si ésta pretendiera distinguir productos farmacéuticos o de higiene personal”, mencionó el experto.
Comentó que si el nombre del virus se pretende utilizar para distinguir ropa, bebidas alcohólicas o quizá el nombre de un videojuego o película, entre otros, legalmente no existe ningún impedimento para la obtención de dicho registro, a menos de que ya existiera otra marca idéntica o similar para los mismos productos o servicios.
Interrogantes éticas
Sin embargo, salvadas las cuestiones legales, las interrogantes que saltan al aire tienen respuestas de tipo ético.
Y es que la pandemia originada por el COVID-19 es un tema muy delicado, cuyo impacto, desde el punto de vista médico, social y económico es incuantificable.
Ante ello, José Miguel Mena expresó que lucrar o aprovecharse de la desgracia de millones puede considerarse como un acto contrario al orden público, a la moral y a las buenas costumbres.
“No se puede simplemente dejar de considerar el tema de la ética, para poder determinar si el nombre de un virus -especialmente, aquel que refiere a la pandemia actual- sería registrable de conformidad con las leyes”.
En este caso, la cuestión ética desempeña un papel central y, con base en ello, toda marca relacionada con el COVID-19 podría ser negada rechazada, concluye José Miguel Mena.