Los trofeos de la Fórmula 1 son tan variados como las ciudades a las que lleva cada carrera, algunos de ellos son prácticamente una joya, sin embargo, para el Gran Premio de Japón decidieron darle un toque tecnológico que brillara tanto como el ganador arriba del podio.
Pininfarina of America y el patrocinador principal de esta parada de la competencia, Lenovo, fueron los encargados de darle un toque especial y único al trofeo que, dicho sea de paso, se lo llevó a casa Max Verstappen.
El impresionante y único trofeo del Gran Premio de Japón tiene un diseño elegante y característico del lenguaje automotriz de Pininfarina, su llamativa forma hace referencia a la entrada de aire de los autos de Fórmula 1, sin embargo, lo más impresionante de todo es su ‘tecnología del beso’.
Al final de la carrera, cuando los ganadores suben al podio es común ver circular esa imagen de los pilotos besando el trofeo que llevarán a casa, pero esta vez dicho galardón se iluminó con los colores de la bandera holandesa, en un homenaje a la nacionalidad del piloto que llegó en primer lugar.
El trofeo del Gran Premio de Japón
El funcionamiento del trofeo del Gran Premio de Japón es fácil de explicar, aunque seguramente requirió de toda la experiencia de Pininfarina of America y Lenovo.
Dicho dispositivo tiene un microinterruptor sensible al tacto que se conecta a una serie de luces LED programadas para mostrar los colores de la bandera del ganador entre una serie de combinaciones de colores disponibles que se ilumina cuando el ganador besa el trofeo.
Hay una sutil luz guía que le indica al conductor en lugar exacto que debe besar para activar los colores de su bandera . En este caso, la de los Países Bajos.
Con esta celebración, Lenovo y Pininfarina of America buscan seguir impulsado la tecnología, así como celebrar el diseño que tanto para ellos, como para los coches en la pista, juega un papel fundamental.