Bodegas Domecq celebra su 50 aniversario recordando su historia embotellada
Fotografías: Bodegas Domecq

Bodegas Domecq fue una de las primeras en establecerse dentro del Valle de Guadalupe, Baja California. Desde entonces, se ha posicionado como una de las máximas representantes de la industria del vino mexicano, reflejando una historia llena de dedicación y pasión en cada una de sus etiquetas.

Este 2022 se cumplen 50 años desde que esta gran bodega mexicana comenzó su legado y para celebrarlo, el actual enólogo Alberto Verdeja –con una trayectoria de más de 20 años dentro de Bodegas Domecq– nos señala que lo importante es entender el cómo sucedieron las cosas en un principio para así ser capaces de mirar y proyectar el futuro de las etiquetas.

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Fotografías: Bodegas Domecq

El inicio de Bodegas Domecq

La historia de Domecq se remonta a muchos años atrás, cuando en 1947 Antonio Ariza desembarco en Veracruz y recorrió el país en busca del lugar ideal para unos viñedos. Sin embargo, es hasta 1972 que Bodegas Domecq llega al Valle de Guadalupe, Baja California, (con el nombre Vides de Guadalupe) siendo uno de los pioneros de la zona, y exactamente el 23 de septiembre de ese año comienza su historia dentro de la industria mexicana de la mano del enólogo Camilo Magoni.

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La bodega de las Misiones en el Valle de Guadalupe tiene más de 10 hectáreas en las cuales se encuentran diferentes plantaciones de vides de las que han nacido las etiquetas más icónicas de Bodegas Domecq y en las que todos sus enólogos han trabajado. Justo en la entrada de la bodega se ubica una de las plantaciones de cabernet sauvignon, que cuenta con vides de casi 50 años, responsables de etiquetas como viñas viejas y vasija.

En 2018, esta bodega abrió sus puertas al enoturismo y una de sus experiencias más recientes incluye el recorrido por el Museo Domecq, en el que se pueden apreciar desde prensas y vasijas de más de 300 años hasta las carretas de los icónicos caballos azteca, guiando la entrada a la imponente cava subterránea en la que se pueden apreciar botellas con varias décadas de antigüedad.

Un legado que forja los pasos del futuro

Preservar la historia es todo un reto, de eso no hay duda, y más cuando se trata de una industria como la del vino, pero parece que el actual enólogo de la bodega lo tiene más que claro. Verdeja ha señalado que a lo largo de estos 50 años cada enólogo ha ido imprimiendo cambios y su sello personal, pero siempre ha existido un hilo conductor y una herencia propia de Domecq y esa es precisamente la clave para preservar el legado.

“Cada enólogo viene con su filosofía, aunque se rige por expresar al máximo la calidad de los productos y expresar la tierra. Mi objetivo ahora es dibujar lo que serán los siguientes 50 años de Bodegas Domecq; tomar ese trabajo, pasión y energía que caracteriza a nuestro equipo para seguir conquistando corazones. Debo asegurarme de que quienes viene a futuro tengan claro ese mismo hilo conductor”.

Alberto Verdeja, Enólogo de Bodegas Domecq

Y eso es lo que precisamente vimos reflejado en uno de los eventos de la celebración de aniversario en el que se realizó una cata vertical de añadas históricas, guiada por Alberto Verdeja y Don Camilo Magoni. Las elegidas fueron tres etiquetas de cabernet sauvignon de las añadas 1992, 1993 y 1995, botellas que Alberto conservó con gusto desde su llegada a la bodega.

La primera 1992, una etiqueta con una vinificación clásica, un color teja marcado y una ligera astringencia. Mientras que la 1993 refleja una concentración más marcada, un rojo más intenso, un tanino sedoso y una sensación terrosa. Y finalmente la cosecha 1995, con dos medallas, tiene mayor concentración y fruta más expresiva. Todas y cada una representan la calidad y el espíritu de esta bodega mexicana y posiblemente algunas salgan a la venta como ediciones limitadas. Para más detalle sigue las redes sociales como: @BodegasDomecq