Este hotel en Ginebra te hará sentir parte de la realeza
Fotografías: Beau-Rivage

Desde hace más de un siglo, Beau-Rivage Genève, se ha convertido en el punto de encuentro de grandes mujeres, celebridades, familias acaudaladas y miembros de la nobleza en Europa. Este hotel atesora tantas leyendas y una fuerza inspiradora gracias a la feminidad que sin duda lo colocan como uno de los imperdibles.

Si estás buscando un pequeño salto al pasado y vivir de cerca los lujos de la antigua realeza europea en la ciudad de Ginebra, no tienes que buscar otra opción más allá que este hotel ubicado a orillas del lago Lemán, con vistas los Alpes y los más altos estándares de servicio con sus experiencias únicas.

La encantadora historia de Beau-Rivage Genève

Fundado en 1865 por Jean-Jacques Mayer, el hotel ha hecho de la hospitalidad un arte, tomando como estandarte principal su belleza y toque femenino natural que ha construido su personalidad inconfundible gracias a su histórico legado que por suerte para los huéspedes actuales ha sido conservado de manera peculiar.

Fue aquí donde Eleanor Roosevelt se hospedó para reflexionar en silencio y redactar uno de sus legados más importantes: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, Beau-Rivage Genève es reconocido como uno de los escenarios predilectos para la venta de joyería y arte, gracias a que en 1987 Sotheby’s organizó una subasta de las joyas de la Duquesa de Windsor, un lote de 214 piezas que alcanzó el precio récord de 31 millones de libra.

Fotografías: Beau-Rivage

Otra de las historias impactantes que han marcado a este histórico edificio es la de la última Emperatriz, Isabel de Baviera, reconocida como una de las mujeres más sobresalientes y disruptivas de la nobleza europea, Sissi amaba visitar Ginebra para escapar de Viena y la Corte real y precisamente en Beau-Rivage fue donde pasó sus últimos momentos de vida, tras un apuñalamiento a traición.

El equipo de conservación histórica del hotel logró enfocarse en lo positivo de los viajes de la emperatriz de Austria y actualmente exhibe varias de sus pertenencias como guantes, tocados e incluso correspondencia personal. La Suite Sissi es testigo del pasado y de cierta forma una máquina del tiempo dispuesta a transportar a sus huéspedes a los gloriosos tiempos de la emperatriz a través de muebles de la época y una decoración especial.

Además de la icónica suite, el icónico bar Albertine’s es otro de los espacios del hotel que hace homenaje a uno de sus celebres propietarios. En 1855 Jean-Jacques Mayer y su prometida Albertine Straub llegaron a Ginebra tras abandonar Alemania y encontraron en este edificio un tesoro. Tras desarrollar el hotel, Albertine fue la pionera de lo que a principios del siglo XX se convertiría en una sala de lectura y escritura para los huéspedes del Beau-Rivage.

Actualmente, al caer la noche, Albertine`s ofrece un ambiente mágico de confort, tranquilidad y relajación donde los huéspedes pueden disfrutar de la más selecta carta de vinos, destilados y cócteles de autor.

Finalmente, los arreglos creados especialmente por la florista del hotel permanecen en la memoria de los huéspedes. Siendo un reflejo de las estaciones crean una sensación de elegancia mientras inspiran a sus visitantes y se han vuelto un sello inconfundible de la propiedad.

Beau-Rivage Genève es uno de esos lugares únicos en el mundo capaces de contar historias destinadas a fascinarnos hoy, mañana y siempre.