No es sorpresa que la última edición de Art Basel diera mucho de qué hablar. Al ser una de los principales ferias artísticas del mundo, resulta imposible para los artistas y firmas invitadas resistirse a lucirse con todo tipo obras y creaciones que dejan a todos boquiabiertos.
De todos los exponentes en el show llevado a cabo en Suiza quizá la casa de alta relojería Audemars Piguet fue una de nuestras favoritas. Para la ocasión, la marca se alió con la artista noruega Jana Winderen para crear una instalación sonora que transportaba a los visitantes al Vallée de Joux, lugar donde Audemars Piguet vio sus inicios hace 144 años.
Winderen, cuyas obras musicales son creadas a través de sonidos que graba en espacios abiertos, inauguró el recinto con una pieza titulada Du Petit Risoud aux profondeurs du Lac de Joux o, el pequeño Bosque Risoud en la profundidades del Lago de la Alegría.
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Sonidos de raíces en crecimiento, mamíferos, peces, aves, insectos y plantas nativas del Vallée de Joux contrastaban con fragmentos alegóricos a la presencia humana como el rugido de motores o el paso de un avión. La obra concluyó como un collage sinfónico que la artista llamó una desarmonía entre lo audible y lo visible.
Las visitas podían escuchar la composición desde altavoces ubicados en la instalación o mediante audífonos para dejarse atrapar por la hipnótica composición de Winderen y sumergirse en las profundidades del Lac de Joux.
La próxima instalación que Winderen realizará para Audemars Piguet volverá a retomar los orígenes del legendario relojero y se presentará este mismo año durante el Art Basel celebrado en Miami Beach. Todos los fanáticos de la firma, o solo del arte sonora en su expresión más pura, harían bien en reservar su boletos desde ahora.