El Coachella de la industria gastronómica, así nos sentimos al vivir directamente el 15 aniversario del Cayman Cookout by Ritz Cartlton Grand Cayman, donde una vez más bajo el liderazgo de su creador, el Chef Eric Ripert y Marc Langevin, general manager del hotel, se celebró la pasión por la gastronomía.
Un evento en el paraíso llamado Islas Caimán que en 2008 comenzó como una idea para atraer más visitantes al destino y al lujoso resort a inicios de año –temporada que en la hotelería suele ser un poco baja– y que ha florecido para posicionarse como uno de los eventos gastronómicos de alta gama más importantes.
Algo que es visible desde el primer acercamiento al Cayman Cookout, más a allá de la belleza del destino y la inmensa propiedad, es esa atmósfera de pasión por la gastronomía que se respira en cada rincón. Durante una semana completa la cocina se apodera de todo el Ritz Carton Gran Cayman, no solo de las cocinas y restaurantes insignias, sino de la playa, las piscinas y hasta el spa e incluso de otras partes de la isla.
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Cayman Cookout #15
El 15 aniversario de este magno evento no s presentó un cartel lleno de luminarias de la industria, algunos chefs como José Andrés, Emeril y E.J. Lagasse, Andrew Zimmern y Pano Karatassos, quienes han sido parte de esta experiencia por hasta 10 años, Kristen Kish y Antonio Bachour que se unieron para vivir su segundo año consecutivo y algunos más que hicieron su debut en el Cayman Cookout como Angie Mar, James Kent, Kwame Onwuachi y orgullosamente representando la gastronomía mexicana, Enrique Olvera.
Si aún no ha quedado muy clara la razón por la que comenzamos a compararlo con el Coachella, no solo es por un cartel de estrellas de chefs, sommeliers y productores, sino porque al igual que el famoso festival de música, durante el Cookout siempre hay algo increíble sucediendo en diferentes escenarios, pero todo se resume a la idea de conectar, descubrir nuevos sabores y celebrar la pasión compartida.
Y es que además de esa humana y natural colección entorno al buen comer y el buen beber que emana tanto en los chefs como en los asistentes, el evento te abre los ojos y te invita a descubrir que la gastronomía no solo se limita a la cocina y la mesa. Del 10 al 15 de enero los asistentes pudimos disfrutar en efecto de grandes cenas, catas, demostraciones y masterclass en manos de los reconocidos chef y mixólogos, pero también hubo experiencias fuera de lo convencional.
Desde un viaje en jet con el chef Eric Ripert o una partida con el chef Andrew Zimmern, pesca con el chef Emeril Lagasse y hasta un día de buceo en busca del pez león –especie considerada invasora en las aguas de la isla pero deliciosa para nosotros– con el chef José Andrés.
Por supuesto que la comida siempre va acompañada de una buena bebida y el Cayman Cookout 2024 no fue la excepción, con un total de 6385 cócteles servidos –de los cuales 2,730 fueron de Chandon Garden spritz y 2,070 glasses de MOET Imperial Brut– podemos decir con seguridad que las burbujas, los vinos y los cócteles con ron jamás faltaron.
Una semana en la que siendo honestos, fue fácil olvidar hasta qué día era y no por la gran cantidad de cócteles o comida que teníamos siempre en la mano, sino porque todos los días son una celebración llena de momento epicúreos que te ayudan a desconectarte del mundo exterior, agradecer estar vivo y ser capaz de disfrutar los sabores, convivir de manera cercana con grandes talentos de la cocina y aprender de ellos.
Pues no solo se trata de llegar sentarte en una elegante mesa y disfrutar de un delicioso menú, sino también de conectar con todo lo que hay detrás de un plato, la historia del chef, sus preparaciones más icónicas y algunos consejos para la cocina, que vaya que nos llevamos buenos tips a casa.
En resumen al asistir a este evento te podemos asegurar que tu única preocupación será en qué parte del resort es la siguiente comida y cómo lograr ser parte de la mayor cantidad de experiencias posibles, además de si la ropa no te quedará demasiado ajustada para el final de la semana.
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El 15 aniversario del Cayman Cookout continúo también con sus experiencias insignia como el BBQ Barefoot donde incluso pudimos apreciar un impresionante show de drones en la playa, mientras disfrutábamos de diferentes estaciones con platillos preparados por los chefs, así como el Rum & Robusto en el que pudimos apreciar la diversidad mixológica del ron con productores locales e internacionales.
Pero, si hemos de elegir nuestros highlights diríamos fácilmente Discovery Cayman con el chef Andrew Zimmern en el que pudimos degustar diferentes platos de la cocina local de la isla como un cracked conch, un ceviche con leche de coco local y una cerveza Mango Tango de Cayman Islands Brewery.
También The Beach Bash, experiencia que inició con un lindo paseo en catamarán para nadar con las mantarrayas grises de Islas Caimán –consejo dicen que si besas una tendrás 7 años de buena suerte– para después llegar a una playa paradisiaca en donde la comida y las bebidas decoraron el paisaje, y es que quién podría negarse a un buen taco o un roast beef emparedado con chips de camote y papa, acompañado de una refrescante copa de rosé.
Soulful Flavors of Italy con el chef Piero Premoli fue otro de nuestros favoritos de este Cayman Cookout, una cena en el restaurante Andiamo que fue todo un viaje por Italia con platos como una pasta Tagliolini fría con caviar, Ribbons de calabaza con vinagreta de naranja, una pasta con langosta y chives bechamel y un tenaderloin roasted con trufa negra. El preámbulo perfecto para después disfrutar de un concierto privado de los icónicos Goo Goo Dolls en el patio trasero.
Y finalmente el Bon Vivant Chef Competition Brunch presentado por Moët uy Hublot en el que el Ballroom del hotel se convirtió en el esenairio para un desfile de todo tipo de comida, desde suhi y sashimes, hasta ceviches, carnes frías, quesos, panes, pollo frito con waffles y cortes de angus beef certificada.
Cayman Cookout es un evento destinado para foodies, no para expertos en la gastronomía o grandes conocedores, sino para aquellos que sienten pasión por ella y por el hecho de compartirla, así como descubrirla, y todo en el bello paraíso caribeño de las Islas Caimán. Por lo que no sé ustedes pero nosotros ya vamos haciendo planes para no perdernos la siguiente edición.