En el futuro, los SUV de Toyota podrán hacer mucho más que andar fuera de la carretera. Y para muestra, el gigante automovilístico japonés presentó un concept llamado Baby Lunar Cruiser (BLC) en conmemoración del 50 aniversario de Calty Design Research, el ala estadounidense de la red global de diseño del fabricante de automóviles.
Como el nombre lo indica, la apariencia distintiva de este vehículo se inspira en el Land Cruiser clásico, específicamente el FJ40.
Desde su fundación en El Segundo, California, en 1973, Calty ha sido responsable de algunos de los diseños más atrevidos de Toyota, incluido el Celica de segunda generación y la nueva Tacoma.
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El estudio, con sede en Newport Beach desde 1978, también ha ideado varios conceptos futuristas, incluido el auto deportivo MX-1 y una idea para el A80 Supra, que tal vez nunca llegaron a producción pero que influirían en el idioma de diseño de la marca en los años venideros.
Toyota Baby Lunar Cruiser
Es casi seguro que el Toyota Baby Lunar Cruiser es la creación más audaz del estudio hasta el momento. Está inspirado principalmente en la versión estadounidense del Land Cruiser de segunda generación, el FJ40. Ambos comparten un diseño de parrilla, una postura erguida y una carrocería cuadrada.
La mayor diferencia es que el Toyota Baby Lunar Cruiser tiene una cubierta de vidrio expansiva que se extiende casi hasta la parte delantera del vehículo, brindando al conductor y a sus pasajeros vistas sin obstáculos de la superficie lunar frente a ellos.
En el interior, el vehículo está equipado con una pantalla de realidad aumentada que abarca todo el tablero, asientos con estructura espacial ajustable y paneles MOLLE para flexibilidad sobre la marcha.
El el Toyota Baby Lunar Cruiser es más un estudio de diseño que cualquier otra cosa, por lo que los detalles técnicos son escasos. El fabricante dijo que tendrá cuatro motores en las ruedas y podrá ser controlado mediante joysticks gemelos, lo que, según la marca, le otorga una maniobrabilidad extraordinaria. También cuenta con neumáticos sin aire para afrontar cualquier tipo de terreno que encuentre, algo que debería resultar útil en la Luna.
Como ya habrás adivinado, las posibilidades de que alguna vez puedas comprar un el Toyota Baby Lunar Cruiser son mínimas o nulas. Sin embargo, eso no significa que la marca no encontrará un uso para este diseño.
En 2020, la NASA pidió a la industria automotriz que la ayudara a diseñar el próximo vehículo lunar. Este concepto, junto con el prototipo Tiger X-1 de Hyundai, sugiere que algunos fabricantes de automóviles están interesados en hacer precisamente eso.
Nota publicada por BRYAN HOOD en Robb Report EE.UU.