Uno puede aprender mucho sobre el último sedán eléctrico de Tesla, Tesla S P90D, gracias a su nombre. La P representa el rendimiento y la D hace referencia a la configuración del coche que tiene dos motores (uno por eje), lo que proporciona tracción en las cuatro ruedas. El 90 es la representación de la batería de 90 kilovatios-jora, lo que aumenta la gama del vehículo en un 6 por ciento respecto a su antecesor P85D. Este porcentaje equivale a casi 434 kilómetros con una sola carga, que es más del doble del rango típico de los demás vehículos.
En el pasado, la aceleración del Modelo S había sido limitada por la cantidad de corriente que el coche podía extraer de su batería sin fundir los fusibles que protegen la electrónica. Para solucionar el problema, Tesla diseñó un fusible con su propia batería de iones de litio, esto aumentó la potencia total de 200 ampares, que se traducen en una gran aceleración. Cuando está equipado con el paquete de rendimiento de 10 mil dólares, el vehículo puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 2.8 segundos, mucho más rápido que el Lamborghini Huracán o el 650S McLaren.
Este sedán es demasiado grande para que se pueda sentir como un auto deportivo, pero la batería masiva que se extiende sobre la parte inferior del vehículo proporciona el peso suficiente para mantener las cuatro ruedas sobre la carretera cuando el vehículo se conduce a una gran velocidad. El P90D está equipado con rada, sensores ultrasonido y cámara frontal que permite que el coche frene de manera autónoma y permanecer en su carril cuando se conduce en carreteras bien señalizadas.
Tiene un precio superior a los 108 mil dólares.