La inteligencia artificial de que se ha dotado a los autos no podía escapar a una pieza que, aunque discreta, es básica para su buen desempeño: los neumáticos.
A este respecto Goodyear estableció una alianza con Tesloop (un servicio similar a Uber, pero que utiliza autos eléctricos) para probar en sus vehículos la primera llanta capaz de informarle al conductor cuando necesita ser reparada o sustituida.
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Esto es posible gracias a sensores inalámbricos instalados en su interior, que registran continuamente la temperatura y presión a la que trabajan.
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Los datos obtenidos se combinan con otros registros del vehículo y se conectan a los algoritmos basados en la nube de Goodyear para mejorar las operaciones generales de la flota y predecir cuándo los neumáticos necesitan servicio o reemplazo.
Estas acciones son el presente ya de la compañía que en el marco del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra presentó el más reciente prototipo de neumático Eagle 360 Urban, su apuesta a futuro.
Un proyecto basado en la inteligencia artificial, que dispone de una piel biónica y una huella que cambia su forma.
Características, éstas, que permiten al neumático detectar las condiciones de la superficie de la carretera y las condiciones climáticas, para decidir la acción más apropiada, y si es necesario, poder transformar su banda de rodadura, añadiendo “hoyuelos” para condiciones de mojado o aplanando su huella para superficies secas.
Con este último lanzamiento, Goodyear ha revelado su visión a largo plazo para los neumáticos inteligentes y conectados del futuro, anticipándose a las necesidades y retos de un ecosistema de movilidad en continua evolución.