Los coches que se manejan solos son una realidad en constante evolución. Y, aunque son un paso hacia el futuro, estos vehículos aún no están diseñados para todos los terrenos. Por ello, Jaguar Land Rover planea fabricar la primera SUV que no requiere la atención continua de un piloto, ideal para cualquier superficie.
Al programarse en modo de automanejo en un campo borrascoso, la tecnología en la camioneta se asegurará de mantener a los pasajeros completamente seguros gracias a los radares, cámaras y sonidos ultrasónicos colocados tanto en su exterior, como interior, que se adaptarán a diferentes caminos para detectar cualquier condición adversa, que se encuentre máximo a cinco metros de distancia, como árboles, ramas, hoyos, animales, personas u otros coches.
Toda la información recopilada será enviada al ajuste Terrain Response, mismo que podrá ser modificado automáticamente antes de que la camioneta pase de pista a nieve, o de pasto a arena. Dicho sistema funcionará de manera óptima cuando, en un viaje o expedición, se unan una serie de Land Rovers “off-road connected convoy” con modo de uso y ubicación similar.
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Debido a que los sensores se encontrarán siempre activos y que podrán ver mejor que el conductor, el vehículo tendrá mayores niveles de inteligencia artificial para pensar solo y planear la ruta ideal sobre el terreno que sea.