
Quizá no sea el personaje más querido de la Historia, pero seguro que a más de un coleccionista le interesará tener en su garaje el Súper Mercedes que Adolf Hitler utilizó durante la Segunda Guerra Mundial.
Para todos ellos habrá una oportunidad el próximo 17 de enero, cuando la organización Worldwide Auctioners lo ponga a subasta en Arizona, Estados Unidos.
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Este modelo W150 770k Grosser Offener Tourenwagen, que recibió el apodo de Súper Mercedes, era utilizado por el dictador alemán para acudir a ceremonias organizadas con el fin de recibir a dirigentes extranjeros.
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Descapotable, de color oscuro y diseñado para ofrecer la máxima seguridad a su polémico propietario, éste es el automóvil de mayor importancia histórica que se haya ofrecido para la venta pública. Apoyado, además de por innumerables registros fotográficos de la época, por toda la documentación oficial que indica su excepcional procedencia.
Según una carta archivada el 2 de septiembre de 1938, este 770K fue ordenado a petición de Kempka para Hitler, con el título “Comisión número 303 305, Grosser Mercedes, carro abierto W150 para el Führer y Reich Chancellor, cuarto Führer-car“. Misiva que fue emitida directamente por el Consejo de Administración de Daimler-Benz a la dirección de las empresas de Sindelfingen Daimler-Benz AG, tal y como lo reconoce el organismo que pondrá a subasta el vehículo.
Únicamente se fabricaron 88 ejemplares de este Mercedes W150 770k Grosser Offener Tourenwagen de cinco marchas que superaba los 160 kilómetros por hora.
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Se sabe, también, que, al acabar el conflicto armado, el Súper Mercedes pasó a manos estadounidenses. En 1946 lo tuvo un tabaquero belga y fue vendido por 1,800 dólares en tabaco a otro empresario de la industria en residente en Tennessee: Tom Austin, quien decidió donarlo a la asociación local de Veteranos de Guerra, donde, tras utilizarse algunos años, acabó en un garaje hasta 1976.
Allí fue que un empresario coleccionista lo descubrió y decidió restaurarlo. Estuvo expuesto en el Museo de Antigüedades Automovilísticas Históricas de Chicago, que llegó a cifrar su valor hasta en un millón de dólares.