En enero de 1953 en el salón Motorama de General Motors se exhibió el primer Corvette, el único coche deportivo de la firma hasta ese entonces, concebido y diseñado por el legendario Harley Earl.
Solo se concibieron 300 ejemplares con carrocería de fibra de vidrio en un acabado Polo White y un motor de seis cilindros en línea Blue Flame respaldado por una transmisión automática. El auto era único, no había duda, pero un apasionado amante del automovilismo, Zachary ‘Zora’ Arkus-Duntov, reconoció de inmediato el potencial de rendimiento de este modelo y escribió directamente al ingeniero jefe de Chevrolet, Ed Cole, exponiendo su deseo de trabajar para el programa Corvette.
Así comenzó la historia del Corvette SS
Esa primavera Arkus-Duntov comenzó su carrera en Chevrolet como ingeniero asistente y al poco tiempo notó que el rendimiento del Corvette no era acorde con su aspecto y decidido a cambiar esto introdujo el motor V8, un cambio que marcó su transformación de un elegante coupé a automóvil deportivo.
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Arkus-Duntov aportaría una perspectiva diferente a Chevrolet y al equipo Corvette, centrada en la innovación y el rendimiento. La versión inicial del Corvette lucía estupenda, pero carecía de la sensación y la capacidad de un auténtico deportivo
Las ambiciones de Arkus-Duntov no se limitaban a mejorar el modelo de producción del Corvette. Concibió el modelo como un serio contendiente en el mundo del automovilismo y esta visión condujo al desarrollo del Proyecto XP-64, un esfuerzo secreto para crear el primer auto de carreras construido en fábrica por GM, esto a pesar del “pacto de caballeros” de 1955 entre los fabricantes de automóviles estadounidenses para poner fin a las carreras patrocinadas por las fábricas.
Harley Earl, el creador del Corvette, apoyaba la iniciativa del joven ingeniero y fue así que en 1956 los altos mandos de GM aprobaron el proyecto y se comenzó a crear el XP-64 que más tarde tomaría el nombre oficial de Corvette SS (Super Sport).
Duntov seleccionó personalmente a un equipo de dibujantes, diseñadores, mecánicos y electricistas que trabajaron durante horas en un ambiente casi clandestino, todo con el objetivo de terminar el modelo para 1957.
Cada detalle del coche fue diseñado para la velocidad y la resistencia, incluido su motor V8 de bloque pequeño de 307 caballos de fuerza, el objetivo único era que pudiera competir en las 12 Horas de Sebring.
La carrocería se construyó en magnesio ligero con bisagras en la parte delantera y trasera para un acceso rápido a cualquier parte del auto durante una carrera. El interior presentaba dos asientos deportivos, volante de madera e instrumentos que incluían tacómetros, indicadores de temperatura de aceite, agua, presión de aceite y un reloj.
Luego de cinco meses, un tiempo récord, se entregó un diseño aerodinámico y liviano con una impresionante relación potencia-peso como nunca antes se había visto. El SS pesaba 1850 libras en seco (840 kg), casi 1000 libras (453 km) menos que un Corvette de producción.
A pesar de los esfuerzos del equipo, el Corvette SS enfrentó desafíos importantes durante su debut en Sebring. Problemas mecánicos lo obligaron a retirarse antes de tiempo, pero su breve tiempo en la pista demostró que el Corvette tenía el potencial para competir con los mejores de Europa.
La historia y legado de este modelo está marcado por la determinación e innovación. La negatividad de Arkus-Duntov de aceptar menos de lo que estaba seguro de que el Corvette podía entregar lo llevó a hacer de este modelo un competidor de carreras.
El Corvette SS Project XP-64 de 1957 es más que un automóvil: es un símbolo del ingenio y la perseverancia estadounidenses. Después de décadas en colecciones privadas, este legendario prototipo se subastará por un valor estimado de entre 5 y 7 millones de dólares.
Esta es una oportunidad única de llevar a casa un Corvette único en el mundo, una pieza fundamental en la historia del automóvil, el nacimiento de una dinastía de carreras. Coleccionistas y entusiastas podrán ver mucho más allá de su valor, buscando preservar un legado que sobrevive gracias a este modelo.