Este año Rolls-Royce Motor Car celebra 120 años desde aquel primer encuentro entre Henry Royce y Charles Royce, quienes uniendo sus apellidos y sus ganas por revolucionar la industria automovilística crearon una marca que permitiera la autoexpresión en el sector del lujo.
Para dar inicio con los festejos por este momento clave en su historia, Rolls-Royce se basó en el diseño contemporáneo y tomó el Ghost, el que ya es considerado como el mejor lienzo para expresar sus creaciones, y le dieron vida a Prism, una extensión para quienes al igual que la marca han ido por el mundo creando tendencias.
No es una novedad que quienes tienen un Rolls-Royce en casa son, en su mayoría, figuras poderosas e influyentes en el mundo de la moda, diseño y lujo que buscan que su auto refleje con el más alto nivel de personalización lo que ellos son.
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Rolls-Royce celebra 120 años con el Ghost Prism
Adelantándose a una tendencia que seguro veremos en un par de meses, la firma y su Ghost Prism adoptaron una serie de tonos espectrales que pudieran ser parte de este movimiento atemporal, elegante y al mismo tiempo innovador.
Poniéndolo en palabras, aunque espectral habla por si mismo, se trata de un tono oscuro y bastante neutro con acabados que permiten vislumbrar atrevidas pinceladas de color, que en movimiento parecen mezclar los tonos sólidos con los brillantes.
Por ejemplo, para el primer modelo, que es el que puedes ver en las fotos, se eligió un gris Gunmetal con un rico acabado mineral que requirió de 10 pasos, 4 capas de pintura y 16 horas de pulido a mano para obtener el efecto.
Si ya iban a hacer cambios los harían a lo grande y reemplazando el clásico acabado de acero inoxidable pulido espejo de la marca, la parrilla adoptó el Burnout de alto brillo en un tono negro grisáceo ahumado.
Crear dicho efecto requirió de todo un proceso que comenzó por un abrasivo ligero, cuatro capas de pintura Burnout, un curado y finalmente pulido. Su elección fue debido a que va con la estética discreta del Ghost Prism.
Solo existirán 120 ejemplares y sus propietarios podrán elegir entre los colores rojo fénix, turquesa, mandarín y amarillo forja en los interiores, vibrantes tonalidades que lograrán un muy llamativo contraste con el exterior mucho más discreto.
Más sorpresas se esperan al interior, como 1,040 estrellas de colores en el techo Bespoke Starlight, cada una colocada individualmente en una lona de cuero para bañar todo el habitáculo como un suave destello.
Rolls-Royce no ha dicho si la producción está completa y no se ha anunciado ningún precio, pero es casi seguro que la variante costará más que el precio inicial habitual del Ghost que es de 350 mil dólares.