Los jets privados vienen en todos los tamaños y aunque usualmente son pequeños y medianos hubo un momento, específicamente en 2007, en que el príncipe de Arabia Saudita Alwaleed bin Talal ordenó un Airbus A380 que estaba destinado a ser el jet privado más grande y lujoso del mundo.
El pedido fue tan extravagante y transcendental que incluso Airbus lanzó un comunicado en donde anunciaba la exitosa venta del A380. Se suponía que el avión sería entregado en 2013, pero los años pasaron y nunca se vio o se supo más sobre lo que había pasado con él.
Se dijeron muchas cosas respecto al avión, pero lo cierto es que el príncipe tenía grandes planes, desde instalar un baño turco y alfombras de oración que giraban de manera automática hacia La Meca, hasta un espacio lo suficientemente grande para estacionar su Rolls-Royce a bordo.
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Otras de las amenidades ubicadas alrededor de las tres cubiertas del avión era una sala de conciertos con escenario y piano de cola, más de una sala de conferencias, 20 salones VIP y 5 cabinas grandes con camas King size y baños en la cubierta superior.
¿Por qué nunca despegó el Airbus A380?
Todo apuntaba a que este avión iba a reinventar los jets de lujo, sin embargo, nunca voló. Forbes menciona que una de las razones pudo haber sido la crisis financiera mundial del 2008-2009, la cual provocó que las acciones de Citigroup, el principal activo del príncipe, comenzaran a perder valor.
En marzo del 2008 uno de los empleados de Citigroup encontró una empresa de arrendamiento de aeronaves en Reino Unidos llamada Chartwell Aviation que estaba dispuesta a pagar 268 millones de dólares por la aeronave, pero el príncipe rechazó el trato y mencionó que no iba a aceptar menos de 300 millones.
Forbes también menciona que más tarde, en 2010, el príncipe negoció la venta con el rey Abdullah de Arabia Saudita por 150 millones de dólares.
No paso mucho tiempo para que se anunciara que el Airbus A380 nunca se entregó, incluso ni siquiera se agregaron los lujosos interiores que el príncipe había planeado.
Doce años después, en 2015, AIN informó que el pedido se había cancelado definitivamente, para entonces, el avión no había estado en servicio ni entrado al hangar de alguna línea aérea. A partir del 2021, este permanece exhibido en Toulouse.
Lo cierto es que el A380 implicaba numerosas complejidades, principalmente en cuanto a logística, pues su espacio limitaba su uso en los aeropuertos.
Desde el 2003 la industria de la aviación ha cambiado mucho y ha superado muchos límites en lo que respecta a la innovación, lo que nos hace creer que probablemente en un par de años se haga realidad un avión tan impresionante como lo que el príncipe tenía planeado para el Airbus 380.