A principios de los años 60, Porsche ya tenía listo el sucesor de su primer modelo deportivo, el 356, conocido como el 911. Desde ese entonces, es el vehículo más afamado de la marca, producido de forma initerrumpida durante décadas -cabe recalcar que las armadoras de superdeportivos suelen descontinuar varios de sus coches y versiones en periodos ‘cortos’ de tiempo-.
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Ahora la firma alemana ha introducido su 911 Turbo más rápido, el 911 Turbo S Exclusive Series, un modelo edición limitada a tan sólo 500 ejemplares alrededor del mundo. Es un superdeportivo tan exclusivo, como era de esperarse, con una pintura color amarillo, casi dorada, metalizada -única de esta versión- y dos rayas negras que lo recubren -detalle que lo hace aún más deportivo-.
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Tanto las llantas de 20 pulgadas, las bandas que recorren la carrocería, los faldones, una parte del alerón trasero (Aerokit 911 Turbo ), como la parte de abajo de los paragolpes, están acabados en un tono negruzco, casi como la noche. La fibra de carbono es un material estelar en su creación, pues está presente en el techo, los estribos, el cofre y las branquias traseras.
En el interior, cuenta con algunos elementos especiales, como la placa numerada que se encuentra en las zonas del pasajero, los umbrales retroiluminados de las puertas de carbono, los asientos recubiertos con dos capas de cuero, las costuras amarillas y el logo Turbo S.
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Entre tanta majestuosidad, resguarda un motor trasero de seis cilindros bóxer, con 3.8 litros, una potencia de 607 caballos de fuerza y 750 Nm de par, capaz de acelerar de 0 a 60 millas por hora en tan sólo 2.8 segundos con Sport Chrono. Logra una velocidad máxima de 330 km/h.
Costará alrededor de los 257 mil 500 dólares.