El año inició para Porsche con la presentación en Latinoamérica de la segunda generación del Porsche Gran Turismo en sus tres versiones: Panamera 4S, Panamera Turbo y Panamera 4S Diesel.
Si alguna vez viste o tuviste la gran suerte de probar la primera generación del Panamera -que surgió en 2009 para ser un parteaguas ya que se convirtió en la referencia de unión de dos conceptos que son una contradicción, rendimiento y uso diario con confort-. Ahora, es momento de que te olvides de todo ya que la colección de autos se ha reinventado hasta el último detalle y lo único que queda de la versión anterior es el concepto el logotipo y el nombre.
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En esta ocasión, nos encontramos frente a tres deportivos de cuatro puertas que entrelazan el rendimiento que sólo ofrece un deportivo, con el confort de las berlinas de lujo. El nuevo Panamera hizo un tiempo en circuito de siete minutos con 38 segundos, lo que significó 14 segundos menos que la primera versión de 2009. Por un lado es todo un deportivo, pero por el otro es un vehículo perfecto para hacer un recorrido de 400 kilometros disfrutando de la mejor comodidad. Esta dualidad convierte al nuevo Panamera en un modelo totalmente único.
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La primera dificultad a la que se enfrentaron los ingenieros y diseñadores a la hora de crear un nuevo Panamera fue generar un nuevo Porsche que tenía que seguir siendo un Panamera, pero infinitamente superior a la generación anterior.
Por ello, se desarrollaron diversas características como el cambio casi total de la parte trasera. Los omoplatos del auto poseen ahora una curvatura que sirve para que visualmente se vea un auto muy deportivo y musculoso. A la hora de encender la luz trasera, nos encontramos con una línea continua que va de izquierda a derecha y que es código genético de la firma. Otro cambio importante, es la ubicación del nombre que se encuentra por debajo de la línea de luz y permite que el auto sea identificarlo fácilmente.
Pero el cambio no es solamente exterior, su interior mantiene el encendido del lado izquierdo al igual que en las carreras de Le Mans. Su cuadro del tablero es transparente y claro y posee tanto pantallas del lado derecho como del lado derecho. A su vez, su hilo musical nos transportará al mejor centro de conciertos del mundo.
Como parte de la filosofía es construir el auto de los sueños de sus clientes, la firma busca que cada modelo incluya las cosas que quiera el cliente, y por lo tanto podrá elegir las costuras, acabados, y con eso se logra hacer piezas exclusivas y obras de artes sobre ruedas. Una de las joyas de la corona en cuanto a su interior son los asientos ya que existen diferentes combinaciones desde el de 18 posiciones que está orientado a la deportividad ya que la base del asiento y respaldo poseen soportes laterales, lo que ayuda al piloto a tener más sugestión cuando realiza una curva. Pero si lo que buscamos es confort, existe la posibilidad de integrar masajes con cinco estilos e intensidades, calefacción y ventilación en los asientes.
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En cuanto al motor, la inclusión de tres nuevos motores biturbo hace también la diferencia. El Panamera 4S posee motor de gasolina V6 de 2,9 litros y 324 kW (440 CV) de potencia. y el Turbo cuenta con un motor de gasolina V8 de 4,0 litros y 404 kW (550 CV) de potencia. Además, se incluye un nuevo cambio con el Porsche Doppelkupplung (PDK) con ocho velocidades y tracción total para todos los modelos.
A la hora de manearlo, la experiencia es inolvidable y más porque tuve la oportunidad de realizar un tramo de La Carrera Panamericana. El día era frío, pero lo cierto es que como curiosidad, los asientos con calefacción incorporada hicieron del trayecto un viaje mucho más agradable. En mi caso, tuve la oportunidad de manejar un Panamera 4S que en línea recta alcanzó a superar los 200 KM/h sin sentir que el coche perdiera estabilidad alguna. Ya -mucho más despacio- las curvas de la ruta elegida por el equipo de Porsche me demostraron la sujeción y estabilidad del coche en tramos muy cerrados.
Aunque lo que más me sorprendió fue su capacidad de aceleración en escasos segundos, lo que facilita mucho la tarea de rebasar con total seguridad cualquier vehículo que encontré en el camino. Por último, el equipo de sonido, verdaderamente me transportó a una autentica sala de fiestas en la que parecía que las bandas estaban sentadas a mi lado.
El precio del 4S se encuentra a partir de un millón nueve mil 500 pesos y el Turbo está en dos millones y medio de pesos.