En 1963, Porsche ya tenía listo el sucesor de su primer modelo deportivo, el 356, conocido como el 911. Desde ese entonces, es el vehículo más afamado de la marca, producido de forma initerrumpida durante décadas -cabe recalcar que las armadoras de superdeportivos suelen descontinuar varios de sus coches y versiones en periodos ‘cortos’ de tiempo-.
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Recientemente salió de producción la unidad número un millón, misma que ha sido concebida de manera muy especial con una pintura simbólica color verde vintage, llamada Irish Green, idéntica a la de los primeros modelos que salían de fábrica a principios de los 60, con emblemas color dorado.
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En el interior, la pantalla digital de la instrumentación posee la silueta del 911 y exhibe el millón cuando se activa con el contacto. Asimismo, cuenta con volante de madera, asientos con tapicería de tela y el clásico patrón pata de gallo del 911 R.
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¿Su motorización? Tan majestuosa como la de sus hermanos, está equipado con un motor biturbo de 3.0 litros, seis cilindro y alcanza una potencia máxima de 420 caballos de fuerza.
Este Porsche jamás tendrá un dueño, pues, prontamente, emprenderá un tour mundial y diversos roadtrips por los continentes, desde Nürburgring, hasta China y Estados Unidos. Una vez concluido, descansará en el Porsche Museum en Stuttgart, Alemania.