Todos sabemos que el mundo se cimbró con la llegada del coronavirus, que nos guardó en casa por una buena temporada y que hizo que muchas industrias suspendieran actividades, entre ellas, las plantas de producción de automóviles. Las marcas italianas Ferrari y Lamborghini frenaron su producción a mediados de marzo para evitar la propagación del virus en Italia y por ser consideradas actividad no esencial por el Gobierno. Pero ahora, Ferrari se prepara para volver, no sin olvidar el aprendizaje que le dejó esta pandemia.
Un nuevo reporte menciona que la marca tiene un programa en desarrollo llamado “Back on Track” que plantea los lineamientos de Ferrari para una reapertura lo más segura para sus trabajadores, claro, cuando esta se pueda dar.
Ferrari pidió a su plantilla firmar un acuerdo voluntario para someterse a pruebas de Covid-19, tanto para ellos como para sus familias, y así asegurarse de que están libres del virus y puedan regresar a sus puestos lo más pronto posible. Esto asegura que los trabajadores sanos puedan retornar a trabajar y quienes lo tengan, eviten diseminar el virus. Para las personas que resulten infectadas, la compañía otorgará un seguro si requieren hospitalización, así como alojamientos y asistencia médica en caso de que necesiten aislarse.
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La marca italiana ha mencionado que tiene la capacidad de realizar 800 pruebas diarias y que, de hecho, 500 de sus 4,000 trabajadores de la planta de Maranello y Modena ya se hicieron la prueba, como una manera de pilotaje del programa. El plan de Ferrari implica, además, el uso de una aplicación que les informa si han estado expuestos al virus por medio de un contacto que lo tiene, así se mantienen seguros y toman las acciones necesarias de protección.
Aunque el plan de Ferrari sigue en desarrollo, seguramente será un parteaguas para toda la industria automotriz que quiere volver a arrancar motores.