Un nuevo nivel de lujo donde el poder y la elegancia del mundo automotriz se incorporan, Rolls-Royce presentó en Ginebra la gama de personalización “Black Badge” para los modelos Wraith y Ghost.

Resultado de la petición de los clientes más exigentes por tener un vehículo hecho aún más a la medida, las siluetas de ambos se intensifican con la nueva y llamativa estética que tiene un estilo más oscuro, riguroso, enérgico y joven.

Uno de los cambios más característicos es la emblemática dama con alas de la firma. Su diseño, postura y material no se modifican; sin embargo, el color sí, es negra y más brillante. La doble “R” del logo frontal, trasero y los faldones tiene colores invertidos: plata sobre negro. Mientras que las superficies cromadas, como el marco de la rejilla delantera, el remate del maletero, el cerco de las tomas de aire inferiores y los tubos de escape son más opacos.

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Un nuevo capítulo en la historia de la firma británica, la madera del habitáculo se ve reemplazada con fibra de carbono entrelazada y aluminio de calidad espacial. Además, el cuadro de mandos tiene un reloj “Black Badge” con manecillas de puntas naranjas y esfera adornada con el logotipo que algún día portó el Phantom Drophead Waterspeed.

En cuanto al interior, la tapicería de cuero negro se combina con colores vivos como el Tailored Purple y el Cobalt Blue.

Ambos modelos tienen cambios en su mecánica. El Ghost ha sido modificado para que su motor de V12 de 6.6 litros, se extienda 40 CV más, unido a una transmisión automática de ocho velocidades. Mientras que el Wraith, posee la misma potencia, pero tiene suspensión neumática, ejes de transmisión y transmisión de ocho velocidades completamente nuevos.

Más imponentes y majestuosos, los nuevos Rolls-Royce Black Badge tienen posibilidades de personalización interior y exterior ilimitadas.

(rolls-roycemotorcars.com)