Una notable colaboración entre dos titanes de la artesanía británica, el joyero de lujo Boodles y Bentley Mulliner, nos regala, bueno no, la joya de la corona entre todos los modelos Continental GTC que incluye una exquisita combinación de diseño, materiales y minuciosidad.
Unidos desde el año pasado, Mulliner, la división de carrocería y personalización de Bentley, y Boodles idearon todos los detalles que irían integrando a esta versión del Continental, esperando crear una edición muy brillante.
La brillante creación de Bentley y Boodles
El primer paso para ambos fue elegir la paleta de colores y se basaron en un espectro de tonalidades sobrias, adoptando la antracita, lino y unos toques rosas característicos de Boodles, una gama muy discreta que le da todo el protagonismo a los materiales raros y detalles artesanales hechos con sumo cuidado.
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La pintura exterior antracita y el techo de tela gris claro acentúan los músculos característicos de este modelo y lo hacen ver mucho más elegante y como nunca es suficiente brillo eligieron llantas de 22” pintadas en Tungsteno con acabado pulido y pinzas de freno en un negro resplandeciente.
Como si se tratara de un traje con raya diplomática hecho a la medida, en color rosa polvo se trazó una línea alrededor del borde del alerón delantero, trasero y umbrales y como la cereza del pastel la insignia ‘Boodles 1798’ se grabó en un texto cromado en el guardabarros delantero.
Al abrir las puertas la lámpara de bienvenida ilumina el piso con el logotipo de Boodles y ese es solo el comienzo de las maravillas que te van a recibir al interior de este joyero, perdón, auto.
El mismo sentimiento de abrir una caja que lleva adentro una joya, el Boodles Continental GTC quería asombrar a quien abrirá la puerta y se internara en su lujosa cabina.
La tapicería es de color Linen y se complementa con Porpoise gris pálido en los respaldos de los asientos, mismo tono de la parte superior del tablero, la palanca de cambios y el volante. Tanto los paneles de las puertas como los respaldos superiores tienen un patrón de costura con el motivo ‘Be Boodles’ que requirió de 278,566 puntadas y seis horas de meticuloso trabajo.
En la consola central está un colgante ‘Be Boodles Bentley’ elaborado a mano con las B engastadas con diamantes en forma de espejo que imitan las líneas curvas.
Los diales, biseles, salidas de aire y controles están enmarcados en la especificación moleteada de Mulliner, dándoles un acabado similar a una joya que capta la luz en múltiples facetas, mientras que las salidas de aire están chapadas en oro de 24 quilates.
Para terminar la galardonada pantalla giratoria Bentley incluye una esfera central con el motivo de joyería Boodles, mientras que otros toques personalizados incluyen umbrales de puertas iluminados Boodles y estribos grabados “one of one”.
El Boodles Bentley Continental GTC es fruto de una brillante colaboración, una auténtica creación uno a uno que se pondrá a la venta a partir del 11 de abril.