Siempre que hablamos de Bugatti son varias las novedades que trae a la mesa. Sabemos que el Chiron ha sido uno de sus modelos más exitosos, conocemos sus políticas de armado, adoramos su línea de muebles para el hogar y todavía nos sorprende su capacidad de aceleración, que lo posiciona como uno de los superdeportivos más rápidos del mercado. Sine embargo, la noticia que más nos entusiasma del gigante francés -desde 2015-, es la creación de su primer yate deportivo, diseñado en colaboración con el afamado astillero Palmer Johnson -la idea nació hace un par de años; hoy ya es una realidad-.
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El Bugatti Niniette 66 -66 pies-, es una edición limitada que rompe los mares con su impecable proyección Bugatti Type 57C Atalante decorada con curvas elegantes y el característico perfil con forma de C, heredado del Chiron. Ettore Bugatti, fundador de la armadora, conocido en la industria como uno de los hombres más artísticos que dedicó su vida a la producción de verdaderos gigantes de la velocidad, se consagró, desde 1930, a fabricar barcos de carreras, todos completamente magníficos en forma y entrega -unión de la artesanía, la habilidad y la tecnología-.
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Bautizada tras la mascota de Lidia, hija de su creador, la embarcación es absolutamente majestuosa, perfecta combinación entre deportividad y sofisticación. Bajo los trazos firmes de cubierta, posee una amplia suite principal, vestida con los materiales más elegantes, como cuero, metal pulido, carbono y gamuza; así como, baño con revestimiento de mármol y una cocina equipada, mientras que, en en el deck consiente a los huéspedes con un amplia área de descanso, jacuzzi, solárium, bar y chimenea.
Cubierta principal.
Lower deck.
Suite principal.
¿Velocidad? 44 nudos náuticos.
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