La meca californiana de la cultura automovilística está de vuelta ahora que reinauguraron el Petersen Automotive Museum en Los Ángeles, este 7 de diciembre después de una renovación de 14 meses y $90 millones de dólares. A pesar de que el almacén de tres pisos se estrenó en 1994, el edificio lo construyeron en 1962 como una tienda departamental, y estaba listo para un cambio de imagen. Ahora, es una de las estructuras más llamativas de la ciudad, el exterior tiene 308 cintas de acero inoxidable suspendidas la superficie, una estética arquitectónica que simula un vehículo en movimiento.
Al interior, el museo de 95,000 pies cuadrados cuenta con 25 galerías en tres pisos, cada uno de ellos dedicados o a la historia de los automóviles, la industria o artesanía. Las galerías tienen una colección de 300 automóviles, motocicletas y scooters. Además hay 291 artículos (como motores y maquetas) y 52 piezas de arte relacionadas con este tema, que también se exhiben en el museo. Cuentan con 47 proyectores de Panasonic, acionada también se exhiben. Ubiquitous largo son 47 Panasonic proyectores, 35 pantallas táctiles interactivas, 25 monitores y 100 tabletas para educación y entretenimiento.
Algunos de los highlights del museo son un Bugatti Atlantic Tipo 57SC de 1936, un Aston Martin DB5 de 1964 que apareció en la película Goldfinger de James Bond, un Mercedes-Benz Streamliner W196, entre otros. Hay también un modelo tamaño real del Rayo McQueen, de la película Cars de Pizar.
Y la colección continúa en la bóveda, donde se almacenan hasta 150 modelos clásicos y contemporáneos. Si alguien tiene ganas de ponerse al volante, lo puede hacer en cualquiera de los 10 simuladores de carreras Microsoft Xbox Forza. Para los hambrientos, también habrá lugar en el restaurante del lugar, de los hermanos Drago que inaugurarán en primavera de 2016 (petersen.org)