Y el premio al lavado de coches más caro del mundo es para… Federico Marchetti

En este mundo hay quienes gozan de muy buena suerte y otros que la suerte los dejó hace un tiempo, en este grupo se encuentra el arquero italiano Federico Marchetti.

Aunado a que su equipo, El Genoa, no está pasando por su mejor momento dentro de la Serie A, ahora el italiano ha recibido un golpe bajo luego de que su Ferrari 812 Superfast haya sufrido una limpieza demasiado cara.

Federico Marchetti, Twitter

Este inesperado suceso comenzó cuando el guardameta mandó a lavar su flamante superdeportivo rojo -hasta este momento todo bien-. Marchetti dejó las llaves del auto pues necesitaba que lo llevaran hasta el campo de entrenamiento del Génova una vez que estuviera rechinando de limpio, y ahí todo se complicó.

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Evidentemente cuando el automóvil es tuyo y tienes tiempo de conducirlo es más sencillo medir su velocidad y tomar las curvas con prudencia, pero todo cambia cuando alguien desconoce un deportivo así y es quien está detrás del volante.

Probablemente el lava autos quiso tener su propio momento de gloria conduciendo este Ferrari que tiene por motor un V12 de 800 caballos de potencia, o tal vez fue un simple descuido, la realidad es que este personaje terminó estrellando el auto que tiene un valor aproximado de 350 mil euros.

Así como se ve en las fotografías, esta bestia italiana terminó con graves desperfectos. La parte frontal quedó totalmente destrozada, el capó doblado y los faros desaparecieron.

Por otro lado, la parte mecánica también se vio afectada pues el radiador, el sistema de admisión, las barras de absorción de impactos, la suspensión delantera izquierda, parte de la dirección y una de las llantas, sin olvidar el equipo de frenos, tuvieron graves daños.

Afortunadamente de este accidente nadie salió herido, algo que Federico Marchetti ha agradecido, pues es bien sabido que el jugador del Genoa puede sin problema adquirir otro Ferrari o cualquier otro deportivo. Mientras tanto este 812 Superfast tendrá otra historia, pues parece que su destino está lejos de volver a correr por el asfalto.