El emblema de Rolls-Royce, llamado El Espíritu del Éxtasis (Spirit of Ecstasy), mejor conocido como la dama alada colocada sobre el cofre de los coches, ha sido popular entre coleccionistas. Dicho reconocimiento representaba para los dueños de los mismos una amenaza pues, durante años, principalmente a finales de los 90s, el robo de insignias pertenecientes a autos premium se convirtió en una moda seguida fielmente por saqueadores y vendedores callejeros que las ofertaban en mercados ilegales.
Por ello, la armadora británica introdujo un sistema de seguridad especial: The Flash, que evita el robo del ornamento en cualquier momento. ¿Cómo funciona? Cada vez que alguien intenta tocarlo, se retrae instantáneamente sobre el radiador del vehículo. Para asomarlo de nuevo solamente es necesario apretar un botón en el interior del mismo.
Video Recomendado
También apodada en la actualidad como Emily o Señorita de Plata, la pequeña escultura fue diseñada por Charles Robinson Syke, quien recibió dicho encargo por parte de Lord Montagu para adornar el cofre de su Rolls-Royce Silver Ghost. En un principio la firma se negaba a implementarla como distintivo de la misma; sin embargo, fue tal el éxito que permitieron colocarla bajo pedido. Fue hasta 1948 que la armadora se hizo cargo de la fundición de las famosas estatuillas.
Su representación moderna mide 7.5 cm y está hecha de acero inoxidable pulido, plata de 925 milésimas u oro de 24 quilates.
Los únicos vehículos que no tienen El Espíritu del Éxtasis son el primer Phantom IV, propiedad de la princesa Isabel en 1950, y otro del mismo modelo que perteneció a la princesa Margarita.