Siempre es buen momento para adentrarse en la interesante historia de algunos de los modelos más emblemáticos de las firmas automotrices y en esta ocasión es por el regreso de uno de los iconos de Bentley.
En 1958 la firma británica comenzó a trabajar en el diseño del que sería el primer monocasco de Bentley y Rolls-Royce el cual llegaría como el reemplazo de las carrocerías autocaravanas sustentadas por un chasis separado.
El Bentley T-Series está de vuelta
Ese auto fue después el Silver Shadow, el primero perteneciente a la T-Series. Para 1962, John Blatchley, famoso por diseñar el R-Type Continental, completó un monocasco de acero y aluminio y el diseño fue mejorando, agregando más espacio.
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El modelo utilizaba un motor V8 de 6.23 litros y 225 CV y fue sometido a importantes pruebas incluyendo una carrera de resistencia de 100 mil millas. En ese momento el auto logró alcanzar la mayor potencia específica por peso de cualquier coche de producción en el mundo.
Se trató de un claro ejemplo de ingeniería revolucionaria del cual se produjeron 1,868 ejemplares con un precio de lista de 5,425 libras esterlinas.
59 años más tarde el Bentley T-Series más antiguo del mundo está de vuelta con el número de chasis SBH1001 después de encontrarse literalmente bajo una lona en la parte trasera del almacén y sin haber funcionado durante décadas.
El hecho de ser el primero de esta serie y el equivalente del Rolls-Royce Silver Shadow motivó la decisión de ponerlo en servicio nuevamente, eso sí, después de una cuidadosa restauración, aunque a decir vedad conservaba la mayor parte posible del coche original.
Todo el Bentley fue desmontado para pasar por un proceso de evaluación en manos de los expertos de P&A Wood, especialistas en conservación y restauración de Bentley clásicos.
Al checar pieza por pieza descubrieron que los elementos clave estaban en sorprendentes buenas condiciones y después de estar en calma por 15 años el motor cobró vida.
Los principales desafíos fueron el tablero de instrumentos faltante, un mazo de cables sin un diagrama detallado, corrosión alrededor del bastidor y algunas reparaciones más. Al ser un modelo tan antiguo era difícil conseguir piezas de repuesto disponibles en el mercado, sin embargo, las pudieron conseguir de un T-Series que estaba al final de su vida útil.
Otro detalle fue el que el Bentley contaba con soportes Vibrashock que amortiguaban las vibraciones y un control de altura hidroneumático de dos circuitos, se reemplazaron las mangueras hidráulicas y se restauraron los componentes para que funcionaran a la perfección.
El exterior también requirió de algunas adecuaciones pues había un trabajo de reparación mal ejecutado debajo de la pintura, el alerón también estaba corroído y tuvo que ser reemplazado y se tuvieron que suavizar los bordes de los paneles.
Después de todo el trabajo detrás para regresarlo a sus días de gloria, el T-Series de Bentley se reunió con su antiguo número de matrícula 1900 TU para ser la última incorporación de la Colección Heritage.
Junto con otros 45 automóviles de la misma colección, el auto regresa a su hogar en Crewe, Inglaterra, para ser parte de una exposición permanente, además de que se mantendrá en condiciones de funcionamiento y legales para conducirse en carretera cuando lo amerite la ocasión.