Los intentos por reemplazar con energía solar los vehículos impulsados por gasolina son cada vez mayores. La creación de prototipos que usan este tipo de potencia ecológica, abre las puertas de lo que podría ser el futuro de la aviación.
Ejemplo de ello es el avión experimental suizo “Solar Impulse 2” -utiliza energía solar- que realizó con éxito un vuelo de prueba en Hawái, después de ser suspendido temporalmente en julio del año pasado, debido a una falla en las baterías.
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La aeronave, pilotada por el piloto de pruebas Markus Scherdel, despegó del aeropuerto de Kalaeloa y aterrizó una hora y media después, sin presentar fallas. Logró alcanzar una altitud de más de 2,400 metros por encima del Océano Pacífico.
Su diseño está pensado para minimizar el consumo energético al usar materiales ligeros que reducen el peso. Tiene una envergadura de 72 metros -similar a la de un Airbus A380- y sus alas cuentan con más de 17 mil células fotovoltaicas. Está dotado de cuatro pequeños motores eléctricos de 10CV cada uno, alimentados por medio de dichas células que almacenan el excedente de energía en baterías de alto rendimiento, y que mueven las hélices hasta alcanzar velocidades de 400 revoluciones por minuto. La velocidad de crucero es de aproximadamente 70 km/h.
Gracias a la forma en que fue proyectado, puede volar mediante planeo, lo que reduce casi a cero el consumo eléctrico instantáneo. Su almacenamiento y capacidad de vuelo le permiten realizar viajes de noche.
El proyecto ha costado más de $90 millones de dólares y ha sido financiado por empresas privadas.