El Ann G de Heesen tuvo una de las pruebas en el mar más rigurosas que se han realizado en súperyates recientemente.  El yate de casco de acero de 164 pies,  salió del patio de Heesen en los Países Bajos en el Mar del Norte para sus pruebas y luego se dirigió al norte a los fiordos de Noruega para otra prueba.

Clifford Denn diseñó el exterior con un perfil agresivo,  siguiendo el brief del dueño, con una súper estructura de aluminio que hace que parezca más un yate deportivo que un súper yate. El Ann G está impulsado por dos motores diesel MTU M63 y tiene una velocidad máxima de 15.6 nudos, 0.6 nudos superiores a su velocidad contractual.

La firma inglesa Reymond Langton diseñó el interior del Ann G. La intención del propietario era crear un statement tan grande como el del exterior del yate. Al entrar, lo primero que se ve es un candelabro enmarcado por una escalera. La firma con sede en Londres utilizó páneles de ébano Macassar acentuados con acero inoxidable, junto con toques de ónix blanco retro iluminado y cuero, para unificar el interior. El salón principal tiene un área para sentarse, junto al bar y un elegante comedor justamente en frente. La gran mesa –también hecha con ébano Macassar– cuenta con un panel de incrustaciones.

El tema de art deco llega a las cabinas de los invitados, también decoradas con Macassar, acero inoxidable, y cuero, con una paleta de colores única que distingue una de otra. La suite del dueño tiene arte original en abundancia, particularmente en la habitación, donde las paredes están decoradas con obras de arte de tela y los pies de la cama tienen un diseño especial. La suite está ubicada en la cubierta principal y también tiene una oficina, vestidores para hombre y mujer y un baño bastante grande con arte geométrico en los pisos de piedra.

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El skylounge tiene un ambiente más informal que el salón principal, con grandes ventanas que ofrecen vistas excepcionales al mar. Tiene paneles de pergamino y telas opulentas, en vez del ébano que se encuentra en la cubierta inferior. En contraste, el club de playa que está en la popa es más contemporáneo, con un look menos estilizado. Está diseñado para hacer ejercicio o relajarse en el vapor, en el bar, o en el área de estar en el exterior. El sky deck es el lugar perfecto para disfrutar de los elementos, con espacios abiertos a lo largo y a lo ancho, y un pequeño techo en el centro, que provee sombra sin sofocar la fresca brisa del océano.

(robbreport.com)