En la década de los cincuenta, Mercedes-Benz maravillaba al mundo con un flamante modelo que se adelantaba a su tiempo, el ‘alas de gaviota’ -nombre que se le dio debido a sus puertas estilo falcon wings- era de los primeros automóviles que podía presumir de un motor con inyección directa de combustible, hecho que lo convertía en una potente maquina de 215 CV.
Relacionadas: Tesla Model 3: innovación y diseño eléctrico
A más de medio siglo de la creación del 300 SL, Gooding & Company, la famosa casa de subastas del Pebble Beach Concours d’Elegance, se complace en presentarlo nuevamente acompañado de su versión descapotable que vio la luz en el año de 1957; en esta ocasión, ambos modelos se subastarán el próximo mes de agosto en el Equestrian Center de Pebble Beach.
Por supuesto que un par de modelos Mercedes-Benz tan clásicos son algo único, no obstante, en esta historia hay un detalle que los convierte en auténticos tesoros sobre ruedas. Ambos vehículos pertenecieron a un editor estadounidense aficionado del automovilismo, fueron adquiridos completamente nuevos en los años 1955 y 1957, desde entonces, han permanecido como propiedad de su familia y no presentan ningún tipo de restauración, un hecho “fascinante” de acuerdo a Garth Hammers, especialista de Gooding & Company.
Así, estos automóviles fueron conservados y ejercitados regularmente; la magnífica pintura, en color verde británico de competición para el coupé y azul metálico en el roadster, presenta un desgaste que sólo aumenta su valor como pieza histórica. Además, sus interiores, también intactos, presentan elegantes revestimientos en cuero marrón y gris respectivamente.
Relacionadas: Las 7 generaciones del mito aleman: Porsche 911
Los coches serán vendidos en lotes separados; para el Mercedes-Benz 300 SL se ha establecido un precio base de un millón de dólares, mientras que la puja de su contraparte descapotable comenzará en 800 mil dólares.