Ya sea de campeones en las carreras o de estrellas en los sets cinematográficos, los autos de Alfa Romeo siempre han transmitido esa sensación de ser inalcanzables, lo que provoca aún más el deseo de tenerlos y los vuelve aspiracionales.
Y es que durante muchos años fueron el rival a vencer en las pistas -ganadores del primer mundial de Fórmula 1-, y la mejor compañía en las carreteras, símbolo de estatus que se convirtió en el coche de las grandes celebridades como Steve McQueen, Dustin Hoffman y Muhammad Ali.
Herederos de esas grandes glorias, todavía hoy resultan cautivadores por su diseño, vanguardistas por su tecnología e imbatibles por esa deportividad que es parte de su ADN, tres características que fungen como los pilares sobre los que se sostiene una larga historia de éxito que suma ya 110 años.
Video Recomendado
Alfa Romeo en las pistas
Oficialmente, la historia de Alfa Romeo comenzó el 24 de junio de 1910, con la fundación de la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (A.L.F.A.), aunque de forma inédita, su primer auto, el 24HP, se formó incluso antes que la propia marca.
Un año después, ya se encontraban triunfando en el mundo de las carreras, pues las pistas eran el mejor camino para hacerse de un nombre en aquel entonces.
Sin embargo, esta incipiente historia de éxito se vio interrumpida por la Primera Guerra Mundial, un periodo donde la empresa pasaría a manos del industrial Nicola Romeo, cuyo apellido terminó formando el nombre compuesto de la marca.
Después del periodo bélico, llegaron los buenos tiempos para Alfa Romeo, en gran medida, gracias a la visión de un joven piloto que más tarde se convertiría en su jefe de carreras: Enzo Ferrari.
Fue él quien incorporó al equipo a Vittorio Jano, el diseñador del “P2”, el auto que llevaría a Alfa Romeo a la cima y que en 1925 conquistó el Primer Campeonato del Mundo organizado por la Asociación Internacional de Clubes de Automóviles Reconocidos, el antecedente más directo de la F1.
Sin embargo, fue en 1930 cuando Jano creó su obra maestra: el “6C 1750”, un carro que poseía la capacidad única de ganar carreras y premios de diseño al mismo tiempo y que introdujo avances tecnológicos que siguen vigentes.
La fama a toda velocidad
Lo siguiente para la firma italiana fue concebir uno de los modelos más bellos que han sido creados no sólo en su historia, sino en la historia de la industria automotriz en general: el “6C 2500” que, con sus variaciones, fue el auto que Tyrone Power condujo por toda Roma y que Juan Perón y su esposa Evita querían lucir en Milán.
Este vehículo lo compraron celebridades conocidas como el rey Farouk de Egipto y Ranieri III de Montecarlo, fue el regalo de bodas de Rita Hayworth y el vehículo que presumió la millonaria y modelo Josette Pozzo. Era la adolescencia que definiría la personalidad glamurosa de esta marca.
El primer campeón de la F1
Cuando se encontraba en pleno ascenso, la meteórica carrera de la firma italiana se vio frenada por otro conflicto bélico, la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, al despertar de esa pesadilla, paradójicamente, los de Portello vivieron una época de ensueño, tras conquistar, en 1950, el primer Campeonato Mundial, oficial, de Fórmula 1, a bordo del cariñosamente llamado Alfetta, que fue pilotado por el gran Giuseppe “Nino” Farina.
La combinación excepcional de velocidad, manejo y fiabilidad hizo del Alfetta el automóvil del momento. A eso hay que sumarle la maestría de los tres pilotos que lo encumbraron en los circuitos: Farina, Fangio y Fagioli que se convirtieron en el “equipo 3Fs”, cuya historia llevó a Alfa Romeo a la pantalla grande por primera vez.
No obstante, tras hacerse con el segundo título mundial de la F1, la empresa decide retirarse invicta, y dedicarse al desarrollo de coches deportivos de producción en serie, pero conservando el encanto y la exquisitez de su periodo más artesanal.
Alfa Romeo conquista las carreteras
En la Italia de la posguerra, Alfa Romeo confirmó su condición de leyenda al tener los autos más rápidos y poderosos, con todas las características técnicas adecuadas para convertirse en los coches de las fuerzas policiales de este país, desde entonces y hasta la fecha.
Los utilizados por la Policía del Estado eran conocidos como “Panteras” y los de los Carabinieri, o policía militar, se llamaban “Gazelas”. Dos metáforas que subrayan su poder y agilidad.
La primera “Pantera” fue un “Alfa Romeo 1900”, producido en 1952, su silueta agresiva inspiró su nombre; mientras que la primera “Gazela” entró en uso unos años más tarde. El coche de policía más famoso de todos era el “Giulia Super”.
Pero más allá de esa exposición, la marca, que evolucionó y se modernizó, emprendiendo el camino de la producción en masa, interrumpió su reinado en las pistas para iniciar su conquista de las carreteras.
El primer triunfo en ese sentido llegó con Giulietta, un vehículo compacto y ágil que se convirtió en un clásico instantáneo y fue un éxito rotundo en ventas, haciéndose tan popular que se ganó el apodo de “la novia de Italia”.
A éste le siguió Giulia, un carro aerodinámico que, como decía su eslogan, parecía estar diseñado por el viento. Logró alrededor de 570 mil ventas, más del triple de las de su antecesor y se convirtió en un ícono italiano que también fue protagonista en diversas películas policiacas.
No obstante, el punto más alto de la fama llegó con el Duetto, que fue uno de los deportivos biplaza más exitosos de la casa italiana. Sus sofisticados componentes mecánicos y los bellísimos trazos de la carrocería, lo mantuvieron vigente por más de 20 años.
Fue el auto de Steve McQueen. Y el de Dustin Hoffman, en la película “El Graduado”, pero también, el del campeón mundial de peso pesado Muhammad Ali, entre muchas celebridades más.
Fellini le dio un papel en “La Dolce Vita”, Antonioni lo eligió como el automóvil de Alain Delon en “The Eclipse”. Se convirtió en un símbolo de estatus: amado por personas famosas, deseado por todos.
Sin embargo, el éxito de estos modelos no evitó que Alfa Romeo entrara en una serie de adquisiciones hasta pasar a formar parte del Grupo FIAT que lo añadió a su legendaria colección de empresas automovilísticas que incluían a la firma creada por el antiguo jefe de carreras de Alfa Romeo: Ferrari.
La historia moderna
La década de los sesenta y setenta estuvo marcada por automóviles sofisticados y con mucha creatividad en la carrocería. La firma regresó a las pistas, pero mantuvo su apuesta por la carretera con toques de alta gama en su diseño.
Aparecieron modelos como el “33 Stradale” y el “Carabo” que sintetizaban 50 años de experiencia en carreras, combinando la innovación tecnológica y la creatividad.
O el “156” que vendió más de 680 mil unidades entre 1997 y 2005, que lo hacen uno de los modelos más exitosos de la historia.
Y ni como dejar fuera al “8C Competizione”, que fue para la marca un retorno a las raíces de los autos de 8 cilindros de Vittorio Jano, al mismo tiempo que el laboratorio en que se sentaban las bases del futuro.
Con motivo de su primer centenario, la marca realizó una votación entre todos sus seguidores para conocer cuáles eran sus modelos favoritos: el “Alfa 2000 GTA” quedó en primer lugar, seguido por el “8C Competizione” y el “Alfa Spider Duetto”.
Este año, el fabricante italiano celebra su 110 aniversario lanzando una edición limitada del “Giulia GTA”, inspirado en el modelo de 1965, un gesto que demuestra que detrás de su exitoso presente, hay un glorioso pasado que mantiene vivas las esperanzas en su futuro.
Para mayor información consulta el siguiente enlace o las redes sociales de la marca:
Twitter: @alfaromeomexico
Facebook: /AlfaRomeoMexico
Instagram: @alfaromeo_mx/