Considerado entre los cinco mejores guitarristas de la historia del rock, junto con Brian May, Jimi Hendrix, Jimmy Page y Eric Clapton, Eddie Van Halen falleció esta semana a los 65 años de edad, víctima de cáncer.
Su legado no solamente incluye algunos de los más memorables solos de guitarra o discos con récords de ventas, sino, también, una significativa colección de autos que fueron siempre su otra gran pasión a la par de la música.
De acuerdo con una entrevista para Car and Driver, no sólo le gustaba coleccionarlos, sino también configurarlos, tunearlos y personalizarlos, además de correrlos y llevarlos al límite.
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“La adrenalina es similar. Siempre estás yendo al límite, en el escenario en vivo y conduciendo en una pista. Pero improvisar en un abrir y cerrar de ojos es lo más importante. No hay repeticiones. Si giras, giras. Si te equivocas en vivo, sonríes o improvisas rápido, como si hubiera un accidente frente a ti o alguien estuviera tratando de adelantarte”, así comparó el virtuoso guitarrista de la banda que lleva su apellido, el acto de tocar con el de manejar.
Eddie Van Halen y su banda
Eddie Van Halen aportó más que su apellido a la famosa banda ochentera que fue incluida en el Salón de la Fama del Rocanrol en 2007.
Era un músico autodidacta y podía tocar casi cualquier instrumento, pero no leía partituras.
Estudió piano clásico y creó algunos de los riffs de guitarra más distintivos de la historia, así como memorables solos al estilo del que se puede disfrutar en la rola “Beat It”, de Michael Jackson.
Junto con su hermano Alex, el vocalista David Lee Roth y el bajista Michael Anthony, formó, en 1974, en Pasadena, California una de las agrupaciones más emblemáticas de la historia.
Los autos de su colección
Además del de su guitarra, el otro gran sonido que hacía vibrar el corazón del fallecido Eddie Van Halen era el rugir de los motores de sus autos.
De hecho, llegó a inmortalizarlo en una de las canciones más emblemáticas de la banda como lo fue “Panama”.
A pesar de que su letra reflejaba un aparente contenido sexual, en realidad el tema se inspiró en un coche que el vocalista David Lee Roth vio correr en Las Vegas cuyo nombre era “Panama Express”.
Para redondear esta idea, en el puente musical de la rola en la que Roth dice “I can barely see the road from the heat comin’ off”, se escucha de fondo el motor del Lamborghini Miura S de 1972 que perteneció a Eddie Van Halen y que fue acelerado de manera furiosa por él mismo.
La colección de autos del legendario músico también incluye un Porsche 911 GT3 el cual lo corrieron en su pista favorita bajo la lluvia. Él mismo lo configuró para poderlo deslizar, confesó en la publicación especializada.
Asimismo, Eddie Van Halen llegó a tener un Audi V8 R8, motivo por el cual la marca le ofreció probar el V10 en pista.
Una anécdota curiosa es que, de camino con su esposa, en un Mercedes-Benz ML63 AMG, lo detuvieron por exceso de velocidad.
Eddie Van Halen sumó en su colección un Ferrari 348, un Chevrolet Nomad y un Chevrolet Custom.
Poco antes de morir el guitarrista puso a la venta tres de sus vehículos, a través de Stephen Becker Automotive Group, los cuáles se vendieron con certificado de autenticidad.
Entre estos autos se encontraba un camión Dodge COE “Stake-Bed” de 1947, también mejorado por Bones Fab, con un motor Ford turbo diésel de 7.3 litros.