Si hablamos de automóviles deportivos, es un hecho que Porsche siempre será un referente de diseño sport en fusión con prestaciones potentes y cualidades aerodinámicas que convierten a los modelos del fabricante alemán en objetos de deseo para los amantes de la velocidad y el dinamismo. Los grandes directores del cine de acción han mantenido su ‘ojo avizor’ al acecho para complementar sus historias con estos símbolos de la industria automotriz.
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A continuación, te presentamos algunos grandes momentos que la compañía de Stuttgart han protagonizado en el cine.
Top Gun (1986)
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La fusión de drama y acción a bordo de grandes naves convirtieron a este film en un clásico de los ochenta. Una de las escenas más recordadas es en la que el personaje de Charlotte Blackwood, interpretado por Kelly McGillis, persigue al inolvidable piloto Maverick a bordo de un Porsche 356 Speedster, un brillante deportivo que representó un gran éxito para la marca, pues se combinó ingeniería de Volgswagen con todas las características aerodinámicas de las carrocerías Porsche.
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Risky Bussiness (1986)
Tom Cruise es uno de esos actores que ha tenido la oportunidad de aparecer al lado de grandes coches, una de esas ocasiones fue en la película dirigida por Paul Brickman. A bordo de un Porsche 928, el actor es víctima de una persecución; dicho automóvil fue subastado por 49 mil 200 dólares en 2012.
La exclusividad de su maquinaria consistía en que se trataba de un coupé con un motor V8 incluido en la parte delantera, además, combinaba la potencia del icónico 911, con un diseño mucho más moderno y atractivo al público.
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Bad Boys (1995)
De la cinta Dos Policias Rebeldes, no sólo es memorable el salto de Will Smith a la pantalla grande, también es notoria la vibrante escena de la persecución en la que el fabricante italiano se robaría todas las cámaras al presentar su fabuloso 911 964 -que, por cierto, pertenecía al director del film-. Este vehículo de tercera generación contaba con un sistema de propulsión de seis cilindros y 250 caballos de fuerza, mismos que le permitían alcanzar una velocidad de 256 kilómetros por hora.
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Spy Game (2011)
De la película de espías protagonizada por Brad Pitt son notorias las escenas dinámicas en las que se combina todo el suspenso de un caso por resolver, todo esto acompañado de grandes automóviles clásicos; uno de ellos es el que pertenecía al co-protagonista, Robert Redfort, un Porsche 912. En su año de fabricación -1965-, este auto se presentaba como una alternativa más económica a diferencia del 911, sin embargo, el diseño era prácticamente el mismo. Constaba de un motor bóxer de cuatro cilindros y una caja de transmisión manual de cuatro velocidades.