Viajar en jet privado ofrece todas las comodidades posibles tanto en tierra, como en aire. Para brindar un confort todavía mayor, Boeing presentó recientemente el primer Dreamliner Boeing 787-8 destinado para uso particular: Boeing Business Jet.
Construido y usado originalmente como un avión comercial, el 787-8, de dos mil 400 pies cuadrados, con capacidad para acomodar 40 pasajeros, fue remodelado por la compañía americana con la ayuda de Kestrel Aviation Management, Pierrejean Design Studios y Greenpoint Technologies.
El dormitorio principal “Master Suite” está dividido en diferentes secciones que pueden adaptar la cama tamaño king-size, el walk-in closet, el refrigerador y la caja fuerte a las preferencias del propietario. Gracias a su nivel sonoro de tan solo 48 decibeles, que no permite que se escuchen los ruidos de las turbinas, es ideal para descansar durante vuelos largos.
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Los cinco baños cuentan con lavabos de mármol, amplias regaderas, espejos que van desde el suelo hasta el techo, tocador y lugar separado para el escusado. Las toallas pueden ser bordadas con iniciales o diseños personalizados.
El lounge principal está diseñado para crear una sensación de apertura, libertad y confort, por lo que no cuenta con ningún tipo de paredes. En el centro se encuentran cuatro asientos individuales y dos divanes ubicados frente a la pantalla plana de 55 pulgadas. Esta área puede ser usada como sala de juntas o comedor.
Al frente del avión se encuentra una cabina con 18 asientos que se reclinan completamente y seis sofás premium economy designados para la tripulación.
El precio de los Dreamliners 787-8 comerciales supera los $200 millones de dólares. ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por la versión particular?