‘Tempus’ en latín significa ‘tiempo’, es justo esta dimensión física la que inspiró este Rolls-Royce Phantom Tempus, el cual buscó una perspectiva reformulada e hizo un viaje de 1,680 billones de millas de la tierra para buscar púlsares, que son estrellas de neutrones de rotación que emiten electromagnética en pulsos regulares.
Los faros del universo y los relojes más precisos que existen
Este Rolls-Royce Phantom Tempus se inspira en la rara estrella púlsar que se encontró en 1967, un titan cósmico que ilumina todo lo que está a la vista acercando todo su entorno con una increíble atracción magnética, de igual manera que atraerá las miradas de todos por la calle.
Al abrir las puertas de esta elegante berlina se encuentra un interior sumamente lujoso construido de manera totalmente artesanal por Glenn L. Moss. El color negro predomina con una tapicería de cuero y costuras en contraste.
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El techo está anodizado en negro y pulido a mano para lograr un efecto fluido, una pequeña escultura reemplaza el espacio que generalmente ocupa el reloj analógico de Rolls-Royce, una declaración de que uno no debe de preocuparte por el paso de los minutos cuando vas a bordo de un auto tan especial.
Las puertas continúan con el tema, en donde cientos de perforaciones retroiluminadas crean la apariencia de estrellas arremolinadas. Arriba aproximadamente unos 1,300 puntos de fibra óptima crean una pintura del púlsar, mientras que otros 200 mil puntos decoran el colorido cosmos que lo rodea.
Un referente en el tema del tiempo es Albert Einstein, para rendirle tributo la placa dentro de la guantera está grabado con una frase del genio de la relatividad: ‘La distinción entre pasado, presente y futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente’.
Una de estas asombrosas unidades ahora forma parte del garaje de Glenn L. Moss, quien celebró 40 años de matrimonio encargando el Rolls-Royce Phantom Tempus y un Rolls-Royce Dawn a medida.