Justo en las riberas del río Danubio, dentro del estado de Bavaria, se encuentra una ciudad de 125,000 habitantes: Ingolstadt. Además de ser un importante destino turístico por sus impactantes fortificaciones que datan de la era medieval, también albergan las oficinas generales de un monstruo automotriz como Audi.
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Hoy, la automotriz nos impacta con la nueva generación de su fascinante RS5. Conducir un Audi, sea el modelo que sea, es una experiencia distinta. De inmediato, en el momento en que tomas asiento, el ambiente en el que te envuelve es totalmente premium. Esto tiene que ver con la ergonomía de los asientos y los acabados de alta calidad en cada centímetro, lo que define el concepto que tiene la firma sobre la creación de automóviles.
Amor a primera vista
En el caso del Audi RS5, su diseño exterior es el de un auto de alto lujo que no compromete en lo más mínimo su deportividad y aerodinamismo. El auto también es generoso y dentro de sus bondades, por ejemplo, está que, al momento de abordarlo, un mecanismo te acerca el cinturón de seguridad hasta la altura del hombro con el fin de que el esfuerzo requerido sea mínimo.
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Esa generosidad también se percibe al momento de pisar el acelerador, puesto que bajo el cofre se esconde un nuevo motor 2.9 TFSI V6 Biturbo que, cuando se enciende, emite un rugido armonioso y deleitoso para el oído de todos los que se apasionan por los deportivos. Esa señal significa que la mejor parte está por comenzar.
Pusimos a prueba todas las cualidades del Audi RS5 para darnos cuenta de que, gracias a sus 450 caballos de fuerza y 600 libras pie de torque, es posible pasar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos. El auto cuenta con una caja automática de ocho velocidades de alta precisión y te ofrece una velocidad máxima regulada de 250 km/h, aunque es posible incrementarla hasta los 280.
Si existe una palabra adecuada para definir a este bólido, ésa es perfección. Su desempeño es excelente: aceleración, frenado, giros… Su efectividad electrónica permite al conductor concentrarse en una sola cuestión: disfrutar de la conducción de un coupé que será el centro de atención en cualquier sitio donde se aparezca.
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Conducir el Audi RS5 cautiva
Los modos de manejo con los que cuenta se adaptan fácilmente a diferentes estilos. A pesar de ser un vehículo con características altamente deportivas, este portento es perfecto para la ciudad con el modo confort, debido a que sus suspensiones Dynamic Ride Control se interconectan con los amortiguadores para librar con mucha capacidad las inconsistencias del terreno.
Pero si tu intención es llevarlo al límite, lo recomendable es un circuito, activar el modo Dynamic y liberar toda la furia que habita dentro de él.