Los bajistas no suelen ser los integrantes más mediáticos de las bandas, pero aún así, el escocés Guy Berryman llamó nuestra atención en la reciente gira de Coldplay por nuestro país, no sólo por su indiscutible talento y presencia escénica, sino también, por esa impresionante colección de Porche que tiene en su garage, muy clásica, muy valiosa y muy Robb.
Sí, seguro has visto y escuchado todo sobre los conciertos que la agrupación está ofreciendo en distintas ciudades de México, pero nosotros no podíamos dejar pasar este gran dato. Y es que el músico mencionado líneas arriba tiene a los autos como su otra gran pasión y es amante, particularmente de la marca alemana Porsche que domina su colección.
Los autos, la otra pasión del bajista de Coldplay
Conocido en todo el mundo por su pertenencia a una de las bandas de rock más populares y prolíficas de todos los tiempos, Coldplay, Guy Berryman combina la música con la tarea de ser Director Creativo de “The Road Rat”, una reputada publicación de motor con periodicidad trimestral y de hecho es un respetado coleccionista de coches deportivos clásicos.
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“Mi interés por los automóviles radica fundamentalmente en la ingeniería y en los conceptos que se esconden detrás de ellos”, dice. “Todos los coches de mi colección tienen algo significativo bajo su llamativa carrocería. Creo firmemente en la idea de la forma que sigue a la función, y esto es algo que aplico a diversos ámbitos. Ya sea diseño industrial, ropa o automóviles, si sigues ese mantra siempre terminas alcanzando la mayor pureza”, confesó el bajista de Coldplay.
A la hora de elegir coches para su colección, Guy Berry tiene una clara tendencia hacia el mundo clásico, especialmente hacia los modelos europeos de mediados del siglo XX.
Y es que la pasión del bajista de Coldplay va mucho más allá de la mera estética. A diferencia de la mayoría de coleccionistas contemporáneos, este entusiasta se involucra directamente en la restauración de sus automóviles, hasta el punto de que en su propia casa tiene un gran taller que alberga numerosos proyectos.
“Mi interés en desmontar, reparar y reconstruir tiene una clara conexión con mi pasado en ingeniería mecánica. Me fascina aprender, deconstruir. Creo que todo lo que hago en la vida de manera creativa implica mirar un objeto y deconstruirlo, ya sea mental o físicamente. Así es como funciona mi cerebro”.
Lo que realmente distingue a Berryman es una atención casi enfermiza por el detalle, algo que a menudo le lleva a indagar en lo más profundo de los automóviles que adquiere. Ha pasado años desentrañando historias perdidas, contactando a propietarios anteriores y profundizando en los archivos.
Los Porsche de Guy Berryman
Guy Berryman posee varios modelos clásicos de Porsche, muy especiales todos ellos. Un 911S de 1967 que, cuidadosamente restaurado, comparte espacio en el garaje con un 914/6 con especificaciones de GT y con un 911 totalmente original de 1968, que antaño perteneció al preparador de Porsche y fundador de Rennenhaus, Clay Grady. Sí no sólo son autos, como tampoco son solo canciones las que ejecuta en el escenario con Coldplay, se trata, en el fondo de ambos casos, de historias.
Un 914 de carreras con claros signos de batalla (antiguamente propiedad de Grady) también está hoy en posesión de Berryman, al igual que un 356 Zagato muy poco conocido, del que apenas se fabricaron nueve unidades, según lo da a conocer la propia marca de automóviles alemana.
“No creo que la gente conduzca sus vehículos lo suficiente”, dice, “lo cual es una pena desde un punto de vista personal y cultural. Cuando finalmente acabe la era de la combustión, situaremos a los coches clásicos en contexto y los apreciaremos aún más. El paso a la electrificación es positivo, de hecho, el Taycan probablemente sea una de mis próximas adquisiciones como coche de diario, pero lo cierto es que cada vez que conduzco un clásico, me doy cuenta de que solo genera sonrisas a su paso. Son insustituibles”, concluye el músico.
Con información y fotografías de Porsche.