El 2018 marcará el regreso de Alfa Romeo a la máxima categoría del automovilismo a nivel mundial, la Formula 1, luego de tres décadas de que la marca se mantuviera distante de estas pistas.
Y es que la prestigiosa armadora italiana, propiedad de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), firmó un acuerdo de colaboración técnica y comercial por varios años con Swiss Sauber F1 Team.
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Alfa Romeo regresa al Gran Premio luego de 30 años de no estar presente.
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El alcance de dicho acuerdo incluye la cooperación estratégica, comercial y tecnológica en todas las áreas de desarrollo aplicables, incluido el acceso a los conocimientos de ingeniería y la experiencia del personal técnico de Alfa Romeo.
Sin embargo, en el entendido que la escudería suiza Sauber utiliza el corazón de Ferrari, Alfa Romeo no regresará como constructor ni desarrollador de motores, sino como patrocinador principal de la escudería.
No obstante, se espera que el regreso de el que fuera uno de los principales protagonistas de la historia de la Fórmula 1 contribuya significativamente al atractivo y desarrollo futuro del deporte.
Alfa Romeo trae consigo conocimientos tecnológicos y una base de admiradores grande y apasionada, mientras que la participación en el campeonato también ofrece beneficios para la marca en áreas como la transferencia de tecnología y la seguridad vial.
Los monoplazas del Swiss Sauber F1 Team lucirán los distintivos colores de la firma italiana, igual que en los mejores tiempos de la escudería, en donde el blanco es el protagonista, pero el Rosso Competizione contrasta en la parte trasera que cubre el motor y porta el logotipo de la marca.
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Alfa Romeo participó en la Fórmula 1 desde 1950 hasta 1988, como constructor y proveedor de motores. Inmediatamente después de su debut, ganó los dos primeros campeonatos mundiales de pilotos, en 1950 y 1951, con los pilotos Nino Farina y Juan Manuel Fangio.
De 1961 a 1979 participó como proveedor de motores de varios equipos de F1. Tras su regreso como constructor en 1979, logró su mejor resultado en 1983, obteniendo el sexto lugar en el campeonato de constructores.
Más de 30 años después de retirarse como competidor de la Fórmula 1 (1985), la marca regresa con la clara intención de dejar una nueva huella en este deporte.