Tras sorprender al mundo con una motocicleta impresa con técnica 3D, Airbus presentó el primer avión completamente funcional creado con dicha técnica. Conocida como Thor, que significa Test of High-tech Objectives in Reality, la pequeña aeronave debutó durante el Berlin Air Show/ International Aerospace Exhibition en el aeropuerto Schoenefeld. Su vuelo inaugural lo realizó el año pasado.
Con menos de cuatro metros de largo, un peso de 21 kilos, motor con propelas y sin ventanas, es un modelo drone –no requiere de pilotos- en “miniatura” que se asemeja a una nave de tamaño regular. En su interior, las únicas piezas que no están impresas con poliamida son los elementos eléctricos.
Esta técnica podría ser el futuro de la aviación, que promete ahorrar combustible, tiempo y mucho dinero, además de generar menos impacto ambiental. Con un pronóstico que estima que el tráfico aéreo se duplique en los próximos 20 años, el resultado de este avance tecnológico derivaría en emisiones de carbono casi nulas.
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Tanto Airbus como Boeing ya usan la impresión 3D para fabricar piezas de sus aviones A350 y B787 Dreamliner. Dichas piezas son colocadas en su mayoría en diseños complejos donde el tamaño máximo es de 40 centímetros.
Se espera que para 2030 la mayoría de los aviones comerciales sean producidos completamente con impresión 3D.