Lejos del revuelo que ha provocado la construcción o no del próximo Air Force One, la historia nos demuestra que estas aeronaves han hecho mucho más que transportar a los presidentes de Estados Unidos.
En Robb Report nos hemos dado a la tarea de recopilar las mejores historias junto a las características especiales que cada Air Force One ha tenido a lo largo de su servicio.
Aun que el primer presidente en volar en Estados Unidos fue Theodore Roosevelt, todo comenzó con Franklin Roosevelt en los últimos años de la II Guerra Mundial. El mandatario viajó en un Boeing B-314 ‘Dixie Clipper’ a Casablanca donde lo esperaban Winston Churchill, Charles de Gaulle y Henri Giraud. Sería el primer Air Force One de la historia ya que este nombre se le da a cualquier nave de la Fuerza Aérea estadounidense que transporte al presidente de los Estados Unidos. El avión utilizado fue ‘requisado’ de la flota comercial de Pan American Airways.
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Durante los 15 años siguientes, diferentes aeronaves fungieron como Air Force One. Destaca el Douglas VC-54C Skymaster, también conocido como ‘Sacred Cow’, una nave de origen comercial que fue intervenida para las necesidades del presidente. Contaba con un elevador para facilitar el acceso a Roosvelt con su silla de ruedas y, además, poseía un radioteléfono y diferentes áreas de descanso. El presidente Truman también lo utilizaría y hoy puede ser admirado en el Museo Nacional de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Dayton, Ohio.
Con la llegada de Dwight D. Eisenhower a la presidencia, llega una nueva etapa con el VC-137, el primer Boeing 707 Stratoliner trasladaría a Eisenhower en agosto de 1959 a Europa. Más tarde, en 1962, John F. Kennedy se convertiría en el primer presidente en volar en un avión exclusivamente creado para uso presidencial, un Boeing 707 modificado.
Cuenta la leyenda que tanto la pintura del avión como la decoración corrió a cargo de Jakie Kennedy. Además, la nave tenía un ostentoso y visible ‘United States of America’ en el fuselaje y la bandera en la cola. Con este mismo avión, Kennedy viajaría el 22 de noviembre de 1963 a Dallas, lugar donde encontró la muerte, y fue la misma nave la que trasladaría su cuerpo ya sin vida de regreso a Washington; se nombraría también dentro de éste a Lyndon B-Johnson como el 36º presidente de los Estados Unidos tras el asesinato de Kennedy.
Más tarde, tanto B-Johnson como Nixon lo seguirían utilizando hasta 1972 que se crea SAM 27000, otro Boeing 707 que se usaría en caso de que el primero sufriese alguna avería. Con él, Nixon se convirtió en el primer presidente en visitar China y durante 29 años dio servicio también a Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George H. W. Bush, Bill Clinton y George W. Bush. La longeva aeronave puede visitarse en la Ronald Reagan Presidential Library.
El salto al Boeing 747 se da con George W. Bush en los años 90. En la actualidad existen dos Boeing 747-200B jet idénticos y reciben los nombres de 28000 y 29000.
Los aviones tienen la misma estructura y similares capacidades que un Boeing 747-200B comercial, cuentan con 4 General Electric CF6-80C2B1 de 56,700 lbf (250 kN) de Empuje por motor, son tan altos como un edificio de seis plantas y tienen una longitud de 70.7 metros. En velocidad máxima puede alcanzar las 630 o 700 millas por hora. Además, cada avión almacena 53 mil 611 galones de combustible y con el tanque lleno, los aviones pueden recorrer la mitad del mundo de una sola vez.
Una vez sucedido los ataques del 11S, se tomó la decisión de que el presidente de los Estados Unidos emprendiera el vuelo para evitar así ser localizado por los terroristas y fue sólo hasta el día siguiente que se conoció el paradero de Bush y la aeronave.
Ambos aviones poseen 370 metros cuadrados de espacio en su interior y se divide entre el espacio de almacenaje –se dice que el avión puede almacenar comida para hasta dos mil personas–, y el área de pasajeros –hay lugar para 700–. Cuentan con tres entradas para acceder al avión, dos cocinas, instalaciones médicas, diferentes espacios para invitados de honor, tripulación, personal del servicio secreto y medios de comunicación. La suit del presidente cuenta con gimnasio y despacho privado. Además, hay una zona de oficinas totalmente equipada y la nave está protegida con medidas electrónicas de defensa ‘clasificadas’.
Se creía que este modelo sería reemplazado por un Boeing 747-8, hasta el lanzamiento de un tweet esta misma semana en el que el presidente electo, Donald Trump, mandaba detener la operación.