Por Cristina Chamorro
El “Motor Yatch A” fue un proyecto que llegó a manos de Starck comisionado por el empresario multimillonario, Andrey Melnichencko. Y fue hasta el 2008, cuatro años después, que fue una realidad sobre el mar.
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Los rumores dicen que a Starck sólo le tomó 5 minutos diseñarlo y Melnichencko le dio toda la libertad de hacerlo como él prefiriera. Un yate gigantesco de 119 metros, con un diseño muy armonioso, que salía por completo de los estándares de los yates convencionales. Era un yate del futuro.
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Según el artista francés, en una entrevista al sitio Boat International, decidió crearlo desde cero. Sin copiar nada, ni siquiera lo elemental de un bote navegación marítima. Y lo hizo bajo una filosofía de disfrutar cada espacio, con el viento y las olas en la cara.
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Su lugar favorito en el interior siempre ha sigo el tender garage. Quien él definía como la catedral, en donde se encuentra todo lo que mantiene en movimiento a este hermoso yate, incluso las ideas o las ganas de escapar en otro bote como el que allí se guarda. Starck dice que presentarle la idea a Melnichencko solo le llevó 15 minutos. “Eran tres personas en la sala y dijo es ‘perfecto’ y no se cambió ni una sola cosa”.
Ahora, casi una década después, se reúne nuevamente con su creación. Misma que ha navegado por todo el mundo y aún ve como algo tan normal, que puede andar en éste como si fuera su casa. Éstas son algunas de la fotos de la entrevista completa. Si quieres ver el relato completo, da click aquí.
