Si la belleza reside en los ojos de quien la contempla, estamos seguros que estos súper yates se encuentran dentro de las cosas más bellas creadas por el homre. Cada uno de ellos, semi o totalmente personalizado, poseen características que surgieron de la mente de sus propietarios.
Este toque personal se hace más notorio en la decoración interior de las embarcaciones. Aquí es donde verdaderamente, los propietarios se expresan libremente. No sólo eligen tonos y texturas sino que también deciden sobre los materiales. Algunos, por ejemplo, prefieren algo más clásico y se inclinan por paneles de caoba que reflejan una mirada masculina, otros, en cambio, prefieren superficies lacadas para darle un toque contemporáneo; y nunca faltan los que quieren ser más vanguardistas en incluyen losas de de piedra en las paredes.
Los siguientes 10 súper yates que te mostramos abarcan todo el espectro de estos estilos, y mucho más. Uno capta la elegancia de la era pasada, otro refleja el modernismo militarista. Hay un toque contemporáneo en el diseño clásico francés, e incluso una gran cantidad de mármol blanco destinado a desempeñar un papel secundario a una colección de arte increíble. ¿Con cuál te quedas?
El propietario de Atlante quería que su yate se asemejara a un buque militar, pero no perdiese ni un ápice de estilo deportivo. Tanto ahumado y roble negro se combinan con el cepillado de madera de abeto y el alerce en las paredes y bajo los pies. El nivel de detalle es extraordinario, como ejemplo, las barandillas de forma trapezoidal, que están diseñadas para reflejar de manera más eficaz la luz natural.
El nombre de la palabra holandesa para ‘hada’, Elfje, tiene una sensibilidad dulce. Se trata de un yate que busca que tanto la tripulación como sus propietarios puedan vivir en armonía a través de tonos y texturas suaves que impiran a ser tocadas. Elfje también está inspirado y destinado a ser parte de la madre naturaleza.
Es difícil convertir 216 pies en un lugar acogedor, pero Reymond Langton, diseñador y propietario del yate lo logró a través de la ruptura de las habitaciones grandes en espacios íntimos con telas de calidad. La decoración clásica francesa también se ejecuta de una manera totalmente moderna, y en gran medida definida por un tallado a mano de cuero, madera, metal, yeso y pulido mural elevándose a lo largo del elevador de escalera y vidrio.
Mejor conocido por ser propiedad del fallecido Malcolm Forbes, el súper yate Highlander se ve completamente diferente de cuando fue construido en 1985, un diseño que mantuvo hasta 2012. Hoy, posee un dormitorio principal que se encuentra en la cubierta principal y cuenta con espacios centrados en la familia, así como mobiliario de Philippe Starck.
Illusion V es todo un estudio de contrastes, en particular entre el revestimiento de madera de nogal negro brillante y tonos crema y blanco de materiales blandos. La estancia The Green & Mingarelli es también sinónimo de la opulencia con el uso del cristal de Lalique y un prominente motivo presentado en cabeceras, almohadas, alfombras, junto también a las paredes que recubren la escalera de caracol rosa.
El propietario de Irimari pasa mucho tiempo a bordo de su espectacular yate, por lo que las áreas como el cine (que cuenta con una TV de 90 pulgadas) son muy requeridas. En la embarcación se puede observar una sofisticación tranquila, pero con ciertos elementos de fantasía como la escalera lacada de algas marinas, y una pantalla de vídeo a gran escala se levanta detrás de ésta.
Es difícil de imaginar, pero La Sultana primero fungió como buque de pasaje y, finalmente, como un barco espía soviético. El La Sultana Hotel Group adquirió en 2007 la embarcación, y se tardaron siete años en transformar este yate de inspiración vintage con detalles caoba, cerezo, cedro tallado a mano…, abundan otras maderas de la más alta calidad, pero lo más destacado es la escalera central. Ésta cuenta con una barandilla de 1900 que cuenta con flores de bronce y elegantes detalles de hierro forjado.
Cuando se trata de interiores, el factor sorpresa no se limita a los super yates más grandes. Con 135 pies, esta embarcación es similar a una galería de arte flotante. Su propietario tiene una extensa colección de arte y quería estar rodeado de algunas de sus piezas favoritas, mientras se encuentra en el mar. Para evitar que el centro de atención fuera este yate que se llama Sin Nombre, las paredes son blancas y el piso es de mármol de Carrara.
Suerte es toda una maravilla moderna. Los huéspedes pueden subir a través del club de playa, que cuenta con una pared con motivos de pizarra. También posee bloques de piedra de Jerusalén que se alinean en la pared opuesta al bar de sushi de la cubierta superior.
Dondequiera que vayas en el Taransay encontrarás toda una suerte de mobiliario y decoración de época totalmente auténtico. El yate de 126 pies es una réplica de un minucioso crucero de 1930, incluso hasta el engranaje de la cubierta es igual.
La nota original en inglés la puedes encontrar AQUÍ
Diane M. Byrne