Hace casi un año, Abel Makkonen Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd, puso a la venta su mansión en Hidden Hills, Los Ángeles, y no pudo conseguir mejor compradora que Madonna, que después de 12 años de andar errando entre Nueva York, The Hamptons y Lisboa, vuelve al vecindario (se dice que debido al documental sobre su vida que está haciendo ella en conjunto con Diablo Cody).
La “pequeña” casa de 8,200 hectáreas cuadradas se encuentra en una propiedad en la comunidad de Hidden Hills al oeste de Los Ángeles, conocida por ser una zona más que amigable con las celebridades por su ultraprivacidad.
Las compañías inmobiliarias The Agency y The Beverly Hills Estates fueron los encargados de hacer la transacción de esta mansión de nueve habitaciones (siete en la casa principal y dos más en la de huéspedes), once baños distribuidos en siete áreas distintas, una terraza al aire libre con chimenea y cocina, alberca de borde infinito, spa, gimnasio y hasta una cancha de basquetbol tamaño real.
Los detalles que enamoraron a Madonna
Espacios llenos de luz, paredes blancas, grandes ventanales y una exquisita combinación de materiales como piedra, mármol y madera son solo algunos de los detalles que Madonna podrá disfrutar en su casa.
El dormitorio principal se ubica en el segundo piso, donde una cómoda cama King Size cabe perfectamente y se hace acompañar de detalles que todos desearíamos tener, empezando con los dos vestidores, el lujoso baño, un balcón con vista al patio trasero y una chimenea empotrada rodeada de estantes con iluminación LED.
En la entrada se encuentra un vestíbulo tipo galería con techos de doble altura que se abre hacia un pasillo que conduce a la escalera central, a las diferentes salas de estar y a comedores formales.
La enorme cocina está completamente equipada con electrodomésticos Premium y no una sino dos barras de piedra. Junto a la cocina hay un desayunador, una enorme sala familiar donde una pared de vidrio desaparece en las paredes para ocultar la cava con clima controlado y un programa de iluminación espectacular.
La mansión se completa con un estudio-oficina con chimenea, un salón multimedia y un garaje donde caben hasta cinco automóviles.
La mansión fue vendida 23% menos que el precio de inicio, que era de casi 25 millones de dólares, un plus al que nadie le diría que no. Con todo esto cuesta trabajo pensar que Madonna no pueda decir “Home Sweet Home”.