Bel-Air no es solo uno de los barrios más exclusivos de LA en cuanto a mansiones se refiere, este sitio es también uno de los más concurridos entre las celebridades, desde las más actuales hasta las que tienen su nombre grabado en oro en la historia de la música, como Prince.
El extravagante y provocador genio que desafió las reglas de la música hizo de Bel-Air su hogar en algún momento de su vida y fiel a su estilo y excentricidad vivió en un majestuoso complejo con una sofisticación y opulencia incomparable.
En el 277 St. Pierre Road, oculto detrás de puertas privadas en una parcela plana de un acre se encuentra lo que describen como ‘un mundo aparte’, un complejo cerrado y vigilado donde se han tenido en cuenta las comodidades y lujos y nunca, ni antes ni ahora, se ha escatimado en gastos.
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La villa se percibe como un lugar en donde bien podría vivir algún miembro de la realeza y no muy alejado de esta idea fue durante un breve período de tiempo el hogar de Prince y en ocasiones muy especiales hasta su sala de conciertos.
La mansión de Prince
Con un estilo mediterráneo, la casa tiene alrededor de 36 mil pies cuadrados y está dentro de un terreno de 1.1 acres.
Cada espacio es un espectáculo visual, iniciando en la entrada abovedada, con ventanas altas y amplias escaleras, hasta una espléndida bodega de vinos con un ambiente perfecto para una lujosa reunión y un estilo de vida siempre elegante.
EL diseñador británico Gavin Brodin, quien trabajó anteriormente con Rod Stewart y Sylvester Stallone creando las casas de sus sueños, fue el encargado de liderar la renovación de la propiedad que fuera de Prince.
En total hay 8 habitaciones y 20 baños, un vestíbulo de doble altura y una enorme escalera de caracol, una sala de recepción con chimenea de mármol de piso al techo y detalles ornamentados.
A medida que recorres la casa te encuentras con una cocina gourmet con gabinetes de roble hechos a medida, electrodomésticos de última generación, desayunador, islas curvas y un protector contra salpicaduras de mármol.
En el mismo nivel está el comedor formal, sala de doble altura y algunas habitaciones.
La mayoría de las habitaciones están conectadas con el exterior, ya sea a través de una terraza o grandes ventanales.
Las ventanas enormes de la que fuera la mansión de Prince ayudan a darle volumen a los espacios junto a los techos altos, además de facilitar la entrada de mucha luz natural.
La diversión comienza cuando llegas al nivel inferior, en donde sus 20 mil pies cuadrados están dedicados al entretenimiento, desde un spa y piscina de centro, sala de masajes, sauna, baño de vapor, salas de juegos, bolera, cine, bar completo, cancha de baloncesto y ráquetbol.
El exterior está repleto de elementos de agua y estatuas clásicas, escalones de piedras, otra piscina y spa, comedor al aire libre y otra piscina cubierta rodeadas de jardines, plantas exóticas y secuoyas.
La ex propiedad de Prince fue listada por Joyce Rey por 52 mdd o un arrendamiento de 150 mil dólares por mes.