Los herederos del ex presidente de la casa de moda italiana Gucci se deshacen de dos de las antiguas villas de la familia en el corazón de Roma. La extensión de dos acres y medio, situada aproximadamente a 10 minutos del centro histórico de la ciudad, incluye dos lujosas villas y una gran piscina, que están en el mercado por un valor combinado de 15 millones de euros, o aproximadamente 16 millones de dólares.
Según el listado, el patriarca de la familia Gucci se mudó de Florencia a Roma en algún momento a fines de la década de 1940, y la construcción de la residencia principal de cuatro pisos hecha a la medida del ejecutivo de la moda no se completó hasta 1951.
Las villas de los Gucci
La villa palaciega, renovada en la década de 1990, está ubicada detrás de una puerta privada y rodeado de exuberantes parques verdes. Durante muchos años, la mansión sirvió como espacio de reunión de la dinastía Gucci durante las vacaciones y otras ocasiones.
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Inspirándose en la esposa británica de Gucci, Olwen Price, la casa principal recuerda a una majestuosa mansión inglesa pero con un toque de estilo toscano, por supuesto. La fachada, por ejemplo, presenta ventanas arqueadas, majestuosas columnas y muchos detalles arquitectónicos decorativos.
Como era de esperar, la morada de aproximadamente 13,000 pies cuadrados está llena de estilo. El primer piso, anclado por una escalera de madera en forma de concha, ofrece una sala de estar con chimenea, un comedor y un estudio. En otros lugares, hay una gran cocina, una sala de juegos y, en el nivel del jardín, las habitaciones del personal.
La suite principal en el segundo piso se completa con dos baños privados y un par de vestidores esperando ser llenados por las prendas de diseño de sus próximos propietarios amantes de la moda.
Este nivel también alberga cuatro dormitorios adicionales, todos con baños privados. En la parte superior de la villa hay un ático épico con chimenea y una escalera que conduce a una amplia terraza en la azotea.
“La segunda villa ofrece varias posibilidades”, dijo a Mansion Global la asesora inmobiliaria de Forbes Global Properties, Chiara Gennarelli . “Podría ser una casa de huéspedes, un hogar para los niños cuando crezcan o incluso una oficina en casa.
También podría ver este activo como una inversión: comprar la villa para vivir y dividir la segunda unidad en apartamentos de tamaño mediano para revenderlos”.
Según Gennarelli, la villa más pequeña de 9,700 pies cuadrados, que data de los años 60, definitivamente necesitaría un poco de cariño. Pero aún así, es una de las direcciones más de moda de la ciudad.
Nota publicada previamente por ABBY MONTAÑEZ en Robb Report EE.UU.