Lo que podría sonar como una idea inusual, plantea que para el 2024 la élite de Silicon Valley se traslade a una ciudad costera en donde habiten unas 1,000 personas, y que sea ahí mismo en donde produzcan su propia comida, energía y lo más importante, sus propias leyes.
Este plan ha sido propuesto por Patri Friedman, nieto del Premio Nobel Milton Friedman, y fundador del Seasteading Institute, una empresa que tiene como principal fin establecer comunidades marinas permanentes, autónomas, que innoven los sistemas políticos, sociales y jurídicos, la cual incluso fue financiada con 1.7 mdd por Peter Thiel, cofundador de PayPal.
Es debido a la pandemia del Coronavirus, que doce años después de las primeras negociaciones esta idea vuelve a ponerse sobre la mesa, en gran medida por la popularidad del home office, pues se ha permitido que los empresarios y sus trabajadores puedan trabajar de forma remota y sin ataduras a un solo lugar ahora que sus oficinas corporativas han permanecido cerradas.
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Estos asentamientos flotantes estarían libres de impuestos y otras regulaciones, serían políticamente autónomos, se construirían sobre aguas internacionales bajo su propia legislación, y podrían ser una realidad en un futuro cercano.
“Las personas en centros tecnológicos como Silicon Valley están buscando otros lugares para vivir que sean más baratos, más seguros y se manejen mejor. Ya sea que se trate de una familia costera unifamiliar o de mudarse a uno de los países libres de impuestos y trabajar en la construcción de ciudades para fundadores de todo el mundo“, dijo Friedman en una reciente entrevista.
Friedman ha reconocido que construir ciudades flotantes en alta mar puede ser una tarea realmente difícil, sin embargo, el ex trabajador de Google afirma que ya se encuentra en conversaciones con desarrolladores y están valorando el potencial de una comunidad costera, cuya ubicación aún no se anunciará, esto motivado por el creciente interés que tiene la élite de Silicon Valley por trasladarse.