Aficionados a las historias de la Casa Blanca, ha salido a la venta una propiedad que forma parte de la cultura estadounidense y se trata de la mansión en Georgetown de Jackie Kennedy Onassis, ¿su valor? 26.5 millones de dólares.
Con un estilo federal y ubicada en Washington, DC, esta mansión se convirtió en 1963 en el refugio de la que entonces era primera dama, Jackie Kennedy, después de la trágica muerte del expresidente estadounidense John F. Kennedy.
Onassis se mudó a la casa con sus dos hijos en 1964, apenas dos meses después de la muerte de JKF. Según un libro escrito por Paul Brandus, ella y el diseñador Billy Baldwin decoraron la casa como lo habían hecho en la Casa Blanca.
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Sin embargo, la familia no vivió demasiado tiempo ahí pues contrario a ser un refugio la casa prácticamente se convirtió en un atractivo turístico, así que más tarde se mudaron a Nueva York.
La propiedad comprende 3 casas que finalmente se unieron para conformar una sola, sin embargo, mientras estuvieron separadas la fila de inquilinos fue bastante variada, desde la ex primera dama, hasta una secretaria de la Primera Guerra Mundial, una espía convertida en editora de New Republic y una ex Miss América.
Una vez combinadas en una enorme residencia, la mansión tiene una extensión de 16,300 pies cuadrados y está destinada a ser una de las más caras en la historia de Washington.
La mansión data de 1794, cuenta con trece habitaciones y aunque recientemente fue renovada aún cuenta con detalles originales de la época, como chimeneas y techos con oro, así como enormes salas que parecen estar intactas.
El vestíbulo de entrada tiene una opulenta sala de estar al igual que una biblioteca con paneles de madera. El segundo piso se convirtió en un enorme dormitorio principal con vestidores y baño tipo spa.
Mientras tanto, una de las casas adyacentes ofrece un gran salón con frescos pintados a mano en el techo y una terraza en la azotea con amplias vistas del Distrito.
Dale Overmyer fue el arquitecto de la remodelación y combinación de las viviendas, la cual tomó alrededor de 4 años en completarse y fue solicitada por otro de los propietarios, David W. Hudgens, dueño de una importante empresa constructora. Cada casa mantiene su arquitectura original, solo se incluyó una conexión con cada una de ellas.
Según informes también se construyó un pasaje debajo de la propiedad para crear acceso al estacionamiento, lo que significaba que presidentes y dignatarios podían visitar la casa o hacer eventos de recaudación de fondos con mayor privacidad.
La mansión ahora es parte de un fideicomiso a nombre de Hudgens y según los registros de propiedad de DC si alcanza los 26.5 mdd será la residencia más cara vendida en DC. La venta está a cargo de Jonathan Taylor de TTR Sotheby’s International Realty.