¿Cómo nació Kohler?
Nuestro fundador, mi bisabuelo, John Michael Kohler, fue un inmigrante austriaco, un hombre de negocios y un visionario. En 1873 compró una fundición en Wisconsin que producía productos de hierro fundido y acero. 10 años después, transformó un abrevadero para caballos en una bañera con pies y entró en el negocio de la plomería. Hoy somos una marca líder mundial en productos de cocina y baño, y nos expandimos a sistemas de energía, azulejos, gabinetes, restaurantes, spas, hoteles y campos de golf.
¿Qué representa para ti continuar esa historia?
Para mí, como cuarta generación de mi familia en la compañía, es un honor y un reto llevar el legado de tantos grandes líderes que estuvieron antes de mí. Me honra seguir abriendo el camino de esta compañía y liderar a tantos asociados talentosos. Ha sido una evolución natural porque durante los 30 años desde que me uní al equipo, he trabajado en todas las áreas del negocio, incluso la manufactura.
¿Cómo ha evolucionado la compañía contigo?
Hemos desarrollado innovaciones con gran diseño y funcionalidad, y contribuimos a una vida más sostenible y disfrutable, con tecnologías que impulsan la eficiencia y la conveniencia, como el primer espejo de baño en la historia con Alexa de Amazon integrada; utilizamos residuos de alfarería para crear azulejos sostenibles a través de nuestro Kohler WasteLAB. Todo eso incrementa la sensación de una vida amable y estoy orgulloso de la dedicación y pasión de nuestros asociados.
¿Qué dirías que es el lujo?
Está abierto a la interpretación. Puede significar un grifo hermoso, o un baño artesanal que te envuelve con un ambiente relajante. Pero para algunos el lujo significa tener acceso a beber agua potable, o a energía confiable durante una tormenta. Para nosotros proveer lujo es entregar una experiencia que mejore momentos y haga la vida más disfrutable.
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¿Qué significa su filosofía “Believing in better”?
Es nuestra estrategia de sostenibilidad e impacto social, sostenida sobre tres pilares: un mejor planeta, mejores comunidades y mejores vidas. Con el primero, reducimos nuestra huella de carbono y creamos productos bien diseñados, innovadores y amigables con el medio ambiente. El segundo, enfoca de manera holística nuestros esfuerzos de impacto social y considera iniciativas para abordar la salud de largo plazo, el bienestar y la prosperidad de las comunidades a las que servimos. Y con el tercero nos enfocamos en la participación de esas comunidades. Lograr un impacto en la vida de las personas y ser buenos administradores de recursos han sido la base del negocio de Kohler por casi 150 años. Kohler está en México desde 1991, con su fábrica de porcelana a Nuevo León.
¿Qué significa ese tiempo?
30 años son un hito significativo, incluso para una compañía tan antigua como la nuestra. Representan experiencia en el mercado de la fabricación, asociaciones con distribuidores y una presencia de marca en crecimiento permanente. Aquí hay una fuerza de trabajo apasionada. Tenemos un punto de apoyo sólido.
¿Cómo ha sido su experiencia aquí?
Nuestros clientes mexicanos se distinguen por su buen gusto, interés en el diseño y tecnología, pasión por la naturaleza y fuerza de comunidad. Por eso hemos invertido también con operaciones de nuestra división de energía.
Cuéntanos, por último, ¿qué planes tienen en el país en el futuro cercano?
En primer lugar, expandiremos la presencia de nuestros showrooms, como el que abriremos en la Ciudad de México con Interceramic, un aliado nuestro desde hace mucho tiempo. En segundo lugar, impulsamos la inversión en nuestras instalaciones en Monterrey con un centro de tecnología que funcionará como centro de consulta. Y, tercero, nuestra presencia crece con más de 133 mil m2 de nuevas instalaciones en San Luis de la Paz, en Guanajuato.